Vivimos en una emergencia climática, no hay más que ver las noticias para darnos cuenta de los desastres medioambientales que cada dos por tres asolan a distintas partes del planeta. Activistas como Greta Thunberg llevan tiempo avisándonos y lo cierto es que a día de hoy las personas concienciadas crecen a pasos agigantados. Por desgracia, las pequeñas acciones se ven como si nada cuando aparece el famoso de turno utilizando su yet privado para ir de compras a su ciudad favorita.
Desde la cuenta de Instagram de ‘Ya es hacer algo‘ nos proponen diferentes formas de instaurar en nuestro día a día una conciencia eco-social y que no nos cueste nada llevar a cabo pequeñas acciones para ello. De esta manera podemos vislumbrar ideas nuevas para ahorrar en agua, reciclar, comer más platos veganos o reutilizar ropa que dábamos por desahuciada. Desde su cuenta relatan: «El 9 de septiembre de 2020 la ONU dijo que no vamos bien si queremos cumplir el objetivo del Acuerdo de París (mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1.5ºC respecto a niveles preindustriales). En 2018 ya había advertido de que, si antes de 2030 no reducimos las emisiones de carbono a la mitad, entraremos en una fase irreversible de crisis climática. Pero todavía no se ha dado la reacción necesaria: «aun habiendo un descenso temporal de emisiones durante el confinamiento, en 2020 se siguen batiendo récords», dice el informe.»
Ver esta publicación en Instagram
Cinco cambios que no cuestan nada o muy poco
¿Y por dónde empezar? Lo importante es concienciarnos de que los cambios siempre son buenos por pequeños que parezca. Vamos a repasar cinco acciones que nos proponen desde ‘Ya es hacer algo’.
Comer menos carne
¿Cuál es el límite máximo semanal de carne que deberíamos marcarnos para cumplir el objetivo de emisiones en 2030? Entorno a 300 gramos por persona. Casi exactamente la misma cantidad que consume cada español… al día. Ese pequeño cambio sería la forma más rápida, eficiente y fácil para frenar la crisis climática. Algo en lo que coinciden todas las organizaciones mundiales, desde @fao hasta @ONU_es pasando por @greenpeace_esp.
Pasarse a una eléctrica verde
Varias comercializadoras de electricidad se han comprometido a pagar solo a productoras que generen la misma cantidad de energía renovable que nosotros consumimos. Su objetivo (que también puede ser el nuestro, ¿no?) es fomentar las energías renovables, principalmente eólica, entre los productores.
Comprar prendas duraderas
El 73% de toda la ropa que se produce acaba en el vertedero en 12 meses. Y la producción se duplicó entre 2000 y 2014, principalmente debido al “fast fashion”. Es la 3a industria con mayores emisiones (tras la ganadería y el transporte), generando el 10% de las totales de CO2 del planeta. Si damos importancia a la calidad y no a la cantidad conseguiremos un armario con el que sentirnos bien y del que no tengamos que prescindir pasados unos meses.
Cambiar tu champú de siempre por uno sólido
“¿Champú sólido? Seguro que es peor y me reseca el pelo o me lo deja sucio”. Esto es más mito que realidad. ¿A que no te van igual de bien todos los champús líquidos del mercado? Pues lo mismo pasa con los sólidos: tienes que dar con el ideal para tu cabello. Eso sí, quizá necesites un tiempo de adaptación. Puede que tu pelo esté acostumbrado a los ingredientes sintéticos y necesite algunos lavados para habituarse a ser más respetuoso con el medio ambiente.
Usar bragas menstrual o copa menstrual
Una mujer puede usar unas 7.000 compresas o tampones de un solo uso a lo largo de su vida. Frente a unas 700 bragas menstruales (duran mínimo 2 años y usas entre 3 y 8 simultáneamente). Si usa copas, solo necesita 7 u 8 en toda su vida (porque dura unos 5 años y solo usas 1 a la vez, puesto que el lavado es rápido). Las ventajas son claras, no tienen rivales.