«The Crown» vuelve en una sexta temporada de contrastes

Netflix estrena la primera parte de la que será la última temporada de ‘The Crown’, la serie sobre la familia real británica con la que lleva cosechando éxitos desde su estreno en 2016. Tras el aluvión de críticas negativas que recibió la quinta temporada el año pasado, la ficción de Peter Morgan se enfrentaba a un reto aún mayor con el lanzamiento de su sexta temporada pero ¿han sabido salir airosos?

La primera parte de la nueva entrega, tenemos que recordar que Netflix le ha pillado el gusto a eso de dividir los estrenos en dos tandas, aborda uno de los momentos más dramáticos para los Windsor; la muerte de Diana de Gales. La desaparición de Lady Di en el verano de 1997 no solo creó un gran impacto en la sociedad si no que puso en el punto de mira a la familia real británica, especialmente a la reina, a la que muchos tacharon de “inhumana”. En el imaginario colectivo quedan los senderos de flores que coronaron el Palacio de Buckingham y el ataúd de Diana recorriendo las calles de Londres, revivirlo de nuevo pero desde dentro ha sido algo chocante y con fantasmas incluido. 

The Crown Elizabeth Debicky Temporada 6 - Nokton Magazine

Un telefim melodramático envuelto en oro 

Nos guste o no la realidad y la ficción no siempre tienen que ir de la mano y, tal y como pasó en la temporada anterior, Morgan ha repetido la fórmula y cometido de nuevo el mismo error. Los cuatros capítulos que conforman la primera parte se sienten como un spin off alejado del tono habitual de la serie. La trama que gira en torno al romance de Lady Di y Dodi Al Fayed, aunque técnicamente bien ejecutado, no se aleja de un telefilm sensiblero envuelto en papel de plata. Y es una pena.

Tal y como sucedió el año pasado, el cambio de elenco no pareció encajar bien con la audiencia. Cuestión de acostumbrarse, dirían algunos. Sin embargo, la química sigue sin aparecer y desluce trabajos que merecen más reconocimiento, como el de Elizabeth Debicki que es, probablemente, la mejor encarnación de la princesa del pueblo que se ha visto en la gran y pequeña pantalla. Tampoco se queda corto Dominic West, un príncipe Carlos mucho más atractivo que en la realidad, al que el actor ha sabido dar el toque justo de humanidad y complejidad.

Dominic West The Crown temporada 6 - Nokton Magazine

El encanto de ser la madre de los británicos

Se trata de una temporada de contrastes, el calor de Saint Tropez y el frío de Balmoral, yates al sol y highlands lluviosas, las grandes interpretaciones y las decepcionantes. Si Debicki es la mejor representación de Diana, en el lado opuesto de la balanza está Imelda Staunton, la peor versión de la reina hasta ahora, y ya no solo de la serie. Apática, inexpresiva y si ninguna contundencia, la Isabel II de Staunton pasa de puntillas por uno de los momentos más complejos en el reinado de la fallecida monarca.

Tampoco podemos culparla. Pese a que la serie se llame “la corona”,la ficción se había centrado hasta ahora en destacar la figura de la Isabel II, una reina que en está última entrega parece un extra más que un personaje principal. Probablemente se deba al innecesario lavado de imagen de la figura de Carlos de Inglaterra que Peter Morgan se esfuerza en conseguir capítulo tras capítulo. Pero no todo son críticas negativas, la sexta temporada ha conseguido superar a su predecesora y nos aleja del aburrimiento soporífero. Los episodios mantiene un buen ritmo narrativo y el montajea acompañado de la banda sonora de Martin Phipps no se alejan ni un ápice de la calidad a la que la ficción nos tiene acostumbrados.

Aún queda un mes para que se estrena la segunda parte de la temporada final de «The Crown»¿Será el broche de oro que la serie merece o un final descafeinado en consonancia con sus últimas entregas? Habrá que esperar para averiguarlo, mientras tanto corre a Netflix para entornar una vez más el god save the queen