Todo lo que cala en el Monkey Week

Texxcoco en el Monkey Week, por Javier Rosa.
Texxcoco en el Monkey Week, por Javier Rosa.
El Monkey Week 2019 no se libró de la lluvia que ha empapado España esta semana. ¿Sobrevivió la música del mañana al chaparrón?

La música del mañana llegó el pasado fin de semana a una Sevilla empapada. La lluvia, tan temida siempre por los organizadores de cualquier festival, no tuvo piedad con el Monkey Week 2019, que desde su primera jornada el miércoles 20 de noviembre hasta bien entrado el viernes 22, aguantó con la cabeza alta el chaparrón que deslucía dificultaba el tránsito entre conciertos.

Con epicentro en la Alameda de Hércules, donde se levantaban los dos escenarios exteriores, y un sistema satélite de salas más o menos próximas a estos, el MW19 ha vuelto a poner Sevilla al servicio de locales y foráneos, ávidos de tendencias musicales y de los directos de bandas ya consolidadas. Su objetivo, visibilizar a artistas ahora casi desconocidos que, seleccionados con el ojo de buen cubero y el alma indie de un equipo experto en música, merecen formar parte del panorama musical de un futuro que ya asoma las orejas.

Batalla de bandas de Radio 3.
Batalla de bandas de Radio 3.

El resultado, una mezcla de estilos urbanos que, persistentes como la lluvia de los primeros días, se sucedían en showcases de aproximadamente 45 minutos. Hasta ellos el público acudía con la nariz pegada a la app del festival, resguardado bajo paraguas y capuchas y dejando ver en sus muñecas una profusión de pulseras distintivas a la que el personal de seguridad de las salas tardó un par de conciertos en acostumbrarse, y con razón.

Con el agua cayendo fuera se pudieron ver propuestas interesantes como el rap de La Tiguerita, el easyloving en catalán de Ferran Palau o los ritmos funk de los compostelanos Blanco Palamera. Ya el viernes, la murciana Yana Zafiro despedía por fin a la lluvia en el claustro del Espacio Santa Clara con su bedroom pop, Amparito empezaba a calentar la noche en el Escenario Tomavistas y, con el cielo despejado, Monterrosa se metía al público de la Alameda en el bolsillo.

En el último día del festival, el sábado 23 de noviembre, ya nadie se acordaba de la lluvia mientras Carmona conducía la batalla de bandas de Radio 3, que ganó Petróleo, el grupo de Ignatius Farray. O, más tarde, cuando los canarios Texxcoco llenaron el escenario de la Fundación SGAE con su rock de influencias grunge y comenzó la fiesta de Sonido Muchacho con Bestia Bebé, Antifan y unos espectaculares Kokoshca. Para las 3 de la madrugada del domingo, cuando el concierto de Camellos era una fiesta salvaje de pogos y sudor, lo único que calaba en Sevilla era la música del mañana.