Puede que el ser humano solo haya llegado una vez a La Luna (a pesar de intentarlo alguna más) y quizás mejor, así se continúa dando pie a ensoñaciones y a esa imagen romántica de nuestro satélite. Sin embargo lo que sí va a llegar próximamente es una colección de arte y cultura, un gran museo que no estará al alcance para visitarlo.
Una cápsula del tiempo, al estilo de aquellas tan populares que aparecían en las películas y series americanas de los años ’90, está ya preparada para llegar al espacio durante el próximo año y transportar los iconos del momento vital de los habitantes de la Tierra. El denominado Códice Lunar es un archivo multimedia que incluye cerca de 30.000 obras de arte, literatura, música, cine, podcast, teatro… Algunas de ellas son encargos originales para esta ocasión y otras son obras ya existentes.
Por la parte técnica el Códice Lunar (Lunar Codex) se enviará a diferentes puntos de la superficie de la Luna a bordo de tres módulos de aterrizaje programados para despegar entre noviembre de 2023 y noviembre de 2024. El contenido se inscribirá en diminutas NanoFiche, un almacenamiento analógico extremadamente ligero y duradero. Los materiales llegarán a la Luna a través de los Servicios de Carga Útil Lunal Comercial (CLPS) y de la NASA.
Por la parte artística las obras incluidas pertenecen a artistas de 157 países y el proyecto está organizado por el físico, poeta y coleccionista de arte Samuel Peralta (Canadá). Entre las piezas que llegarán al espacio (pueden verse algunas en la web de The New York Times) se encuentran más de 130 números de la revista PoetsArtists, obras como New American Gothic, con la que Ayana Ross ganó el Premio Bennet 2021 para mujeres artistas, la serigrafía Luna nueva creada por Alex Colville en 1980, o grabados sobre la guerra de Ucrania de la artista Olesya Dzhurayeva.
El creador de este Códice Lunar, Samuel Peralta, ha definido el proyecto para la revista Designboom como: «un mensaje en una botella para el futuro, para que los viajeros que encuentren estas cápsulas del tiempo puedan descubrir parte de la riqueza de nuestro mundo actual”.
Es difícil dilucidar actualmente el futuro de este proyecto, de este museo espacial que pretende dejar recuerdo de la actualidad, sin embargo se presenta como una interesante apuesta por exprimir los recursos científicos valorando a la par la relevancia de la cultura.