Los Ángeles, año 1944. Los estudios de 20th Century-Fox abren sus puertas para la celebración de una de las primeras ceremonias de entrega de premios al cine y a la televisión: los Globos de Oro. Sencilla e informal, esta primera gala fue la realización del sueño de un grupo de escritores y corresponsales que querían desmarcarse de los medios para los que trabajaban, y crearon la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) en 1943.
Poco a poco, este pequeño sueño se erigió como uno de los reconocimientos a la profesionalidad y excelencia en cine y televisión más prestigiosos del mundo. Muchas de las grandes estrellas y películas del panorama internacional han sido galardonadas con estos premios, y a menudo se les ha considerado como “la antesala de los Oscar”. Meryl Streep, Renée Zellweger, Julianne Moore, Joaquin Phoenix o Leonardo DiCaprio son solo algunos de los actores y actrices que han subido al escenario del hotel Beverly Hilton, actual sede de los premios, para recoger una de estas estatuillas, consideradas como un reconocimiento de gran prestigio hacia sus carreras. Al menos hasta ahora.
Las alarmas saltaron cuando la periodista noruega Kjersti Flaa demandó a la HFPA en 2020 ante su negativa a aceptarla en el comité. No logró ganar el juicio, pero fue suficiente para que se comenzara a hablar de nuevo de viejas críticas que señalaban a la organización como racista y arcaica. La actriz estadounidense Scarlett Johansson fue una de las primeras voces en alzarse y pedir a la industria cinematográfica que abandonase su apoyo a la HFPA hasta que se produzcan reformas significativas dentro de la institución. La actriz hacía hincapié en el gran número de preguntas y comentarios sexistas que recibía por parte de algunos de los miembros de la HFPA durante las ruedas de prensa que se realizan en el periodo de promoción de las películas.
Junto a ella, otras celebridades se han unido a las protestas, como Mark Ruffalo o Tom Cruise. Este último, como símbolo de protesta ante la exclusión y la falta de diversidad en la HFPA, ha devuelto sus tres Globos de Oro, que recibió por mejor actor de comedia o musical en Jerry Maguire, por mejor actor de drama en Born on the Fourth of July y por mejor actor de reparto en Magnolia.
Pero el rechazo no proviene únicamente de las estrellas y la opinión pública, sino que las plataformas de streaming y las cadenas televisivas también han mostrado su descontento ante la falta de reformas en la institución. La NBC anunciaba su negativa a retransmitir la ceremonia de los Globos de Oro en 2022 ante las acusaciones de falta de ética y corrupción en la organización, y gigantes del streaming como Netflix y Amazon Studios han suspendido todos los proyectos ligados a la HFPA, que ya ha aprobado un plan de reformas para tratar de reconducir una organización que está al borde del colapso.