En 2017 los Premios del Cine Independiente Británico, más conocidos como BIFA, decidieron nominar a una jovencísima Florence Pugh a la categoría de Mejor Actriz por su actuación en Lady Macbeth (2016). Con expresión nerviosa y una sonrisa deslumbrante, la actriz británica, que entonces contaba con tan solo 21 años, subía al escenario del Old Billingsgate de Londres para recibir su primer gran premio. «Lo primero que me dijo mi madre cuando le dije que estaba nominada fue “bueno, da gracias a Dios, porque mira contra quién estás nominada, sabes que no puedes ganar”», bromeaba mientras su mirada orgullosa recorría el público. Lo que no sabía ni la organización de los BIFA ni la propia Florence es que estarían acercando un poco más a la fama a una de las actrices más aclamadas de la actualidad, que solo tres años más tarde estaría nominada a los Oscars y formaría parte del Universo Cinematográfico de Marvel.
Florence Pugh nació en Oxford, pero pasó gran parte de su infancia en España, donde su familia se mudó para tratar la traqueomalacia que sufría. Tanto en España como más adelante en Oxford, exploró su faceta como actriz actuando en obras escolares, descubriendo así su pasión y marcando su camino hasta hoy.
Su debut en el cine se produjo con la cinta independiente The Falling (2014), por la que recibiría su primera nominación a los BIFA y a los premios del London Film Critics’ Circle. Ya en esta obra se iniciaba una tendencia en su carrera que le acompaña hasta hoy: rodearse de grandes estrellas. Antes de su gran salto a la fama, Florence ya había trabajado, en tan solo cuatro años, con Liam Neeson en El Pasajero (2018), con Anthony Hopkins, Emma Thompson y Emily Watson en El rey Lear (2018).
Pero hubo un punto de inflexión en la meteórica carrera de la actriz británica, una película que la convirtió en la gran estrella que es hoy: Midsommar (2019). La cinta de terror del director Ari Aster, que ya se ha convertido en un clásico de culto, no puede entenderse sin Florence Pugh. Su actuación es desgarradora, llevando una historia cruda y difícil de ver hasta sus últimas posibilidades. Y es que el personaje de Florence en el filme, Dani, es tan hipnótico como el resto de la película en sí misma, hasta tal punto que solo el vestido de flores que lleva en la escena final fue subastado y vendido al Museo de la Academia norteamericana por 65.000$.
Mirándolo en perspectiva, Dani es en esencia muy similar al resto de personajes que la actriz interpreta y con los que se identifica: mujeres fuertes, profundamente feministas, de carácter hierático y complejo. En el mismo año en el que se estrenaba Midsommar, Florence interpretaba a una Amy muy diferente a la vista en versiones anteriores en el remake de Mujercitas (2019) dirigido por Greta Gerwing. Aunque el personaje mantiene la esencia caprichosa y consentida del original, la Amy de Florence tiene un matiz orgulloso e independiente que se acerca más a la fortaleza y a la emancipación que a la vanidad.
Por esta actuación recibió su primera nominación a los Oscars con tan solo 24 años, en los que compitió con quien hoy es su compañera en el trabajo y en la ficción, Scarlett Johansson. El Universo Cinematográfico de Marvel no solo ha abierto sus puertas a la actriz británica en el filme Viuda Negra (2021), por el que ha recibido un aluvión de buenas críticas, sino que continuará su proyección en la franquicia con un papel en la serie Ojo de Halcón (2021).
Florence Pugh ya ha sido aclamada por críticos cinematográficos y expertos como uno de los grandes nombres del panorama internacional y una de las actrices más prometedoras de los últimos años. De momento, el próximo 2022 estrenará otras tres películas, The Maid, The Wonder y Don´t Worry Darling, esta última junto al cantante y actor Harry Styles.