‘Intimidad’, una serie para concienciar

Serie Intimidad.
Serie Intimidad.
La serie 'Intimidad' plantea dos casos de delitos contra la intimidad muy similares a los que cuentan las noticias.

Hay series que atraen por ser pura ficción y otras que lo hacen por estar muy cercanas a la realidad. Es en este segundo caso en el que se enmarca la serie Intimidad, que Netflix ha estrenado hace unos días y que ya se ha convertido en la más vista de la plataforma entre las de habla no inglesa y ha entrado en el ranking top 40 a nivel internacional.

La serie Intimidad no esconde sus intenciones y ya en el título se enfoca la premisa, que gira en torno a dos casos de delitos contra la intimidad en los que el espectador enseguida encontrará paralelismos con la realidad y con algunas noticias de los últimos años. De hecho sus visualizaciones se han disparado tras el caso real de un actor que ha saltado a las redes sociales a los pocos días de estrenarse la serie. Previsiblemente, lo último que querían los creadores. Porque viéndola queda muy clara la denuncia a estos delitos y que sea precisamente un delito de la misma tipología el que fomente sus visualizaciones es cuanto menos paradójico.

En cada uno de los ocho capítulos de este drama se mezclan las dos historias protagonistas, los casos de dos mujeres -una trabajadora de una fábrica y una candidata a alcaldesa- que han sido víctimas de la filtración de videos sexuales, la primera en su entorno cotidiano, en el lugar en el que trabaja, y la segunda de forma pública. Ane (Verónica Echegui) no puede gestionar ese dolor y decide suicidarse –no es spoiler, ocurre en la primera escena-, Malen (Itziar Ituño) intenta seguir como puede con su vida.

Ambos casos se entrecruzarán cuando la hermana de Ane descubra lo que le ocurrió y decida denunciar el caso. Paso a paso vamos viendo como luchan ante esa intimidad expuesta sin su consentimiento, y queda claro que la serie Intimidad (escrita por Verónica Fernández y Laura Sarmiento) pretende plantearnos también las diferentes formas en las que las personas podemos gestionar el mismo sentimiento, el mismo hecho. Lo hace mostrándonos como las protagonistas encaran su vida tras ser víctimas, pero también cómo afecta a su entorno (en el que también se entremezclarán otros casos), cómo se plantea el debate interno sobre denunciar el hecho…

 

Las historias y las reflexiones que quiere dejar la trama son de interés, casi podría decirse que de interés social, sin embargo las motivaciones de algunos personajes no llegan a entenderse y van perdiendo el foco con el paso de los capítulos. Hay un personaje especialmente brillante. Se trata de Alicia (Ana Wagener) que es la encargada de gestionar las denuncias en los delitos contra la intimidad. Un personaje cargado de respeto, de comedida ansia por mejorar la sociedad, un personaje que ejerce de apoyo y comprensión.

El estilo intimista de la serie lo marca también la propia ciudad en al que transcurre, Bilbao, que se muestra como un espacio neutral, cosmopolita y brumosa a partes iguales. La serie Intimidad se presenta así como un acercamiento a las víctimas de un delito aún poco tratado por la ficción y lleva al espectador a profundizar en porqué los comportamientos y las decisiones de cada víctima son diferentes.