Decorar la habitación de un bebé está en camino o simplemente remodelarla implica una tarea emocionante, pero a la vez un gran desafío, porque la meta es lograr que el ambiente sea lo más acogedor posible. Este objetivo es posible y perdurable por la nueva tendencia ecológica que garantiza habitaciones sanas para los niños y con mayor duración en el tiempo.
Esto se debe a que cada día se alcanza un nivel de conciencia sobre el cuidado del medio ambiente que también abarca hasta la decoración de nuestras habitaciones, donde resalta el reciclaje, la reutilización, pero sobre todo la reducción de elementos que no comprometan el bienestar de los pequeños ni el planeta. Sin embargo, la escogencia de productos de este perfil es infinita y a veces la elección se convierte en algo difícil.
Un cambio de este tipo tiene que ser profundo, es por ello, que podemos iniciar con suelos ecológicos, ya que la mayoría de los suelos y sus materiales están compuestos de orgánicos volátiles, inclusive clasificados como cancerígenos. Entre la opción más económica resalta el linóleo en fibras de madera o el junco de madera. Mientras que la opción más costosa sería el parquet de madera maciza, pero finalmente sería una gran inversión por una calidad óptima.
En el caso de la pintura debemos elegir pinturas ecológicas o naturales ya que no contienen disolventes orgánicos volátiles tóxicos, que son nocivos para la salud (se emiten en forma de gas cuando son aplicados). Estos residuos pueden permanecer semanas o meses en la habitación, por lo tanto, lo más recomendado es que escojamos pinturas de bases de aceites naturales, tales como: lino o la soya.
Invertir en una cuna o cama de madera sólida es una de las mejores decisiones con beneficios a largo plazo, porque existen camas que diseñan para bebés con fabricaciones de tablas de maderas comprimidas que tienen formaldehido y es potencialmente cancerígeno. En este caso lo ideal es que seleccionemos camas más grandes, así no tendremos que hacer un nuevo gasto a futuro. También tenemos que asegurarnos de que las sábanas o cubrecamas que utilicemos sean tejidos 100 % de algodón.
Los textiles son importantes para el cuidado de la piel de los niños, ya que ellos son doblemente susceptibles en comparación a la piel de un adulto. Por ello, tenemos elegir ropa para niños de este mismo material. Inclusive podemos recurrir a pañales ecológicos que son antialérgenos, sin PVC, sin cloro y sin perfume. De esta manera evitaríamos posibles alergias o afecciones en la piel de los pequeños.
Otro de los elementos que podemos añadir a su habitación son juguetes de madera porque no contiene ningún producto químico y en su mayoría son elaborados artesanalmente. Aunque si optamos por combinar sus juguetes entre los materiales de madera y también los plásticos, procuremos que los plásticos no sean masticables. Es común que tengan químicos como el bisfenol A y los ftalatos a los cuales se vinculan con problemas de desequilibrio hormonal.