La historia del arte o el desarrollo de las obras siempre ha estado relacionada con los cambios de los soportes artísticos y los grandes artistas han procurado innovar con la utilización de medios modernos para su tiempo. Los conciertos de Bach para clave son un ejemplo de la utilización de los instrumentos más avanzados, en este caso en términos de acústica e ingeniería, para la producción artística.
A lo largo del tiempo el arte se ha apoyado siempre en la aplicación y utilización de nuevos recursos técnicos, tanto desde un punto de visto coadyuvante o activo o únicamente como herramienta técnica para la creación del proceso artístico. En ningún momento, la evolución tecnológica ha pasado desapercibida en la expresión artística, pero siempre lo ha hecho, adaptada a su tiempo y a los recursos disponibles en cada época.
Fingers Mk II es una reproducción al tamaño real de la mano del artista británico Nik Ramage, conocido por su ingenio para crear esculturas cinéticas ‘traviesas’
En la actualidad, la alianza entre el arte y las nuevas tecnologías ha adentrado en el arte contemporáneo con un abanico mucho más amplio no solo de herramientas, pero de formas y texturas que convierten los códigos y algoritmos en los nuevos instrumentos para la creación de narrativas artísticas actuales. Ese es el concepto al que intenta acercarnos el proyecto de mecenazgo Colección SOLO, a través de exposiciones de arte contemporáneo y de una plataforma online que reúne obras de artistas internacionales considerados como ‘new media’.
En este artículo, hacemos un repaso de algunos de los artistas de Limited by SOLO que han traspasado los límites en la alianza entre el arte y las nuevas tecnologías y que han ido un paso más allá en la incorporación del arte digital, incluyendo conceptos como la inteligencia artificial o extendida.
Nik Ramage
El artista británico Nik Ramage juega con la funcionalidad de las innovaciones tecnológicas deconstruyendo y construyendo lo que él mismo denomina como «máquinas inútiles». Su trabajo es un cruce entre objetos recuperados, ingenio y movimiento que tiene como resultado esculturas cinéticas muy juguetonas. La era de lo tecnológico juega un importante papel en la obra de este diseñador gráfico al que le encanta explorar los mecanismos de artefactos provenientes de mercadillos o tiendas de segunda mano. Como ingenio, los artefactos creados por Ramage no tienen un objetivo claro. No obstante, su perspectiva artística nos lleva a considerar, con humor, la utilidad e inutilidad de la tecnología en la vida diaria, poniendo el foco en lo que es realmente relevante. Entre otras exposiciones, la obra de Nik Ramage ha estado presente en Londres, Budapest y Maastricht.
“World Scooter”, otra de las ‘máquinas artísticas’ creada por Nik Ramage Fuente: Instagram del artista
Mario Klingemann
Los códigos, los algoritmos y las redes neuronales son las herramientas preferidas del artista alemán Mario Klingemann. Interesado en todo lo relacionado con inteligencia artificial, arte generativo y evolutivo, visualización de datos o instalaciones robóticas, Klingemann se basa en la tecnología más emergente para explorar el retrato, la figuración y el lenguaje. Sobre la controversia generada en torno de la capacidad de las máquinas en la creación del arte, Mario Klingemann insiste en destacar que somos nosotros, los espectadores, los que llevamos el sentido a las obras y que, en este aspecto, las máquinas no todavía no tienen la capacidad de hacerlo. La polémica se generó tras el desarrollo de sus obras interactivas basadas en las redes generativas antagónicas (GANs) así como al entrenamiento con múltiples datos, de distintas fuentes. Detrás de inserción de las nuevas tecnologías en el arte, el trabajo de Klingemann está basado en la investigación de archivos culturales, lo que le ha llevado a ser reconocido con el premio de arte de los British Library Labs 2016.
Foto: “Memories of Passerby I” de Mario Klingemann, la pieza que utiliza inteligencia artificial y que marcaría un antes y un después en el mundo del arte.
Milos Rajkovic
Conocido como Sholim, el artista serbio Milos Rajkovic se encarga de dar nueva vida a imágenes antiguas encontradas en la red y convertirlas en lo que una especie de estilo denonimado surrealismo digital. En formato de pequeños loops de vídeo o GIFs, Rajkovic transforma rostros de seres humanos y paisajes de una forma radical: personajes sin rostros combinados con engranajes y escenarios llenos de complejidad son solo algunas de las expresiones del artista serbio que considera su trabajo como una mezcla de collajes de Max Ernst y las animaciones de Terry Gilliam. Además de emplear la digitalización como parte del proceso de creación de sus piezas, el artista serbio también traslada su espacio expositivo a las redes sociales y a cualquier tipo de dispositivo lo que, además del soporte perfecto para su obra, también ha servido para ampliar su alcance a todo el mundo. Con formación en Diseño Gráfico y Comunicación Visual (Belgrado), actualmente Milos Rajkovic compagina su trabajo de animador comercial con la exposición de sus trabajos en distintas muestras colectivas y festivales internacionales. El Museo of Moving Images de Nueva York o la exposición de su Half Machine – Half Human Portrait Series como parte de Still Human, en el Espacio SOLO, son solo algunos de los ejemplos de sus exhibiciones.
Uno de los GIFs artísticos de Sholim
Más que nunca, las nuevas narrativas artísticas caminan a pasos agigantados hacia la interacción entre el arte y las ‘new media’ en un contenido que solo puede ser dotado de entendimiento a través de la experiencia cotidiana y de la manera de resignificar las nuevas tecnologías, el mundo y las prácticas sociales.