En cultura, como en otras tantas cosas, la energía (y las ideas) no se crean o se destruyen, simplemente se transforman. De aquellas tradicionales noches de tiempos cálidos en las que los colectivos vecinales se reunían en terrazas y puertas de las casas para disfrutar la bajada de temperaturas y departir, vienen estos lodos. Y si en algún sitio de España saben de calor es en Sevilla, por eso no podía ser otro sitio donde encontraran remedio a ello. Hay incluso quien dice que la religiosidad sevillana viene de que las iglesias son el único sitio en el que refugiarse en tiempos de sofoco. Buscando una solución mucho más profana y divertida surgió Redetejas, la primera red ciudadana de micro espacios culturales en azoteas privadas. Un proyecto nacido de la mano de La Matraka, con espíritu creative commons y sin ánimo de lucro que se estructura a través de ‘Encuentros de azoteas’, o lo que es lo mismo, rutas de micro-actividades culturales que se desarrollan en azoteas particulares de diferentes ciudades.
Nokton Magazine: ¿De dónde parte la idea? ¿El calor sevillano está en el germen de esta iniciativa?
Redetejas: Para decir la verdad, en gran parte sí. Teníamos una azotea en el edificio donde vivíamos y teníamos la oficina, así que por las noches nos juntábamos para ver películas y en alguna ocasión conciertos. Poco a poco se fueron uniendo más amigos, así que, como nos encanta inventarnos proyectos, empezamos a pensar en cómo podíamos crear y coordinar una red para que cualquier persona pudiera hacer lo mismo que nosotros de forma sencilla. Llevar la cultura a cualquier azotea privada.
NM: ¿Qué perfiles tienen los que abren las puertas de sus casas y edificios para dar una nueva vida a sus azoteas?
R: Cada vez que surgen redes y grupos motores, son colectivos, asociaciones o empresas interesadas en organizar ‘Encuentros de azoteas’ en sus propias ciudades, nos encontramos de todo tipo, desde personas que son propietarias del edificio o inquilinos de varios pisos que quieren usar la azotea comunitaria. Nuestra intención es incentivar esa relación vecinal a través de la cultura y retomar ese espacio que siempre ha sido un punto de encuentro. Además los perfiles son también de muy diverso tipo en cuestión de edad, personas mayores o familias que quieren llevar la cultura a su casa. También abren su casa jóvenes que quieren disfrutar de cerca algo que generalmente siempre ven sobre un escenario.
NM: ¿Qué ciudades tienen Redetejas en la red?
R: Ahora mismo en Redetejas han participado ciudades por toda España: Sevilla, Granada, Huelva, Jerez, Córdoba, Murcia, Zaragoza o Badajoz, pero esto año puede que entren Barcelona, Madrid y Málaga. Fuera de España han participado ciudades como Resistencia (Argentina), Asunción (Paraguay) o Tánger (Marruecos), y este año se han interesado en participar colectivos vecinales de Bogotá (Colombia), Buenos Aires (Argentina) y México D.F. (México).
NM: ¿Qué tipo de actividades se suelen poner al fresco en las azoteas?
R: En los encuentros que se han organizado hemos tenido casi todo tipo de actividades culturales, conciertos acústicos, representaciones teatrales, performances, presentaciones de libros, mesas de debate, danza, magia, etc., y estamos abiertos a que se vayan incluyendo cada vez más. Tantas propuestas como caras tiene la cultura.
NM: En azoteas comunitarias, ¿cómo se elige qué se programa?
R: Nos ponemos de acuerdo con los vecinos que forman parte de la comunidad, les explicamos el proyecto y les planteamos que tipo de actividades se pueden organizar. Nuestra intención es que puedan hablar entre ellos y por supuesto con los organizadores o el ‘grupo motor’ de cada ciudad y, dependiendo de si tienen mucho más vecinos, si prefieren algo concreto, nos adaptamos a sus necesidades y gustos. Puede pasar que en alguna ocasión no se pueda organizar, por ejemplo, un concierto por no molestar a algunos vecinos, así que incluimos algo menos “ruidoso”.
NM: ¿Cómo se sufraga la actividad?
R: Redetejas es un proyecto que parte de la base de que es no tiene ánimo de lucro, así que dependiendo de la ciudad se puede poner un precio u otro para poder cubrir los gastos de artistas, cartelería, trípticos, etc. Nuestra intención es que a nadie le cueste dinero y que todos los participantes, anfitriones, artistas, invitados y organizadores puedan disfrutar del encuentro.
