Esperar un naufragio. Sentir un crujido. Prolongarse en nuestra propia sombra… Reconocer sentimientos, quizás ocultos o quizás más presentes de lo que imaginamos, es lo que nos transmiten los versos del último poemario de Adriana Schlittler Kausch, Nox Erat.
Los versos, las fotografías y los dibujos que dan forma a esta sucesión de emociones conforman el quinto libro de la autora, y el más personal, que publica la editorial independiente sevillana Maclein y Parker. En el que página tras página continúa indagando y creciendo en su universo creativo.
Sus propios conocimientos, es profesora de latín y griego, nos inducen a buscar el significado de Nox erat que no es otro que ‘Era de noche’. Y es en esa perfección imperfecta de la nocturnidad donde mejor nos transportamos a sus líneas y a los temas de cada poema. Que comienzan con el frío como protagonista.
Después llega la exploración de los lugares, aquellos en los que se recorre la búsqueda, se presiente a la sombra y al abismo, y se siente el propio espacio. Para posteriormente reconocerse y recordarse como nadie. Luego llega el gesto, en versos, imágenes y algunas consideraciones añadidas. Para finalizar las palabras con el grito, sentido desde el dolor y desde el propio lenguaje. El epílogo finaliza el viaje solo con imágenes.
Y es que los versos se entremezclan con fotografías, con cuidados montajes de edición, y con dibujos propios de la autora para atesorar emociones que emanan a la par de la imagen y del texto. Con el objetivo de colarse en sus pensamientos desde la expresión, la imagen y los recovecos a los que os encamine la propia imaginación que deriva de esta lectura.
Con este poemario Schlittler busca (y encuentra) llegar a la esencia de las complejidades del universo a través de una poesía que bebe por igual de palabras que de imágenes rozando siempre un ápice de esa oscuridad que te lleva sin darte cuenta a reflexionar.