Marta Knight ilumina la habitación más oscura con su nuevo trabajo

Marta Knigt.
Marta Knigt.
Dice Marta Knight que ella solo quiere hacer canciones que escuchar en su habitación mientras todos duermen.

Dice Marta Knight que ella solo quiere hacer canciones que escuchar en su habitación mientras todos duermen. Todo encaja repasando ‘Peterloo Heroes’ (2017), un EP de debut que contenía cinco cortes a guitarra y voz. Ya desde esos primeros pasos discográficos se intuía una robusta personalidad como compositora y una capacidad innata para adentrarnos en su propia visión del mundo. Uno de los fuertes de su propuesta es precisamente la cercanía de unas piezas que te hablan con la complicidad de quien conoces de toda la vida. Ese tono confesional, ese hombro en el que apoyarte, es uno de sus principales encantos, pero no el único.

Que su single Resurrection (2018) conectara con una audiencia millonaria se explica, en parte, por lo irresistible de sus ganchos y por una puntería melódica que evidencian que estamos ante un talento fuera de lo común. Todo lo anterior sigue presente en Strange Times Forever; igual, pero distinto. Marta es hoy otra Marta. Sus preocupaciones han cambiado y así lo percibimos en la música de esta catalana de 23 años.

Ahora asoma por ahí el vértigo de quien se ha dado cuenta de que si algo deja marca en nuestro camino, son las películas que nos desafían, las fiestas a las que no fuimos, las canciones a las que corremos a refugiarnos cuando hemos tenido un día de mierda. De todo eso trata Creations: de esas cosas que hacen de esta vida algo que merece la pena vivir.

El disco se abre con I’m Here, un corte que ya de entrada deja claro que este es un álbum que trata del aquí y el ahora. Se conjuga en tiempo presente y se proyecta hacia el pasado —es un muestrario de cicatrices emocionales— pero también hacia el futuro —»¿Quién quiero ser? No lo sé»—. Le escuchamos preguntárselo en et tema Strange Times Forever que da título al disco; también plantean dudas existenciales similares “The Garden”, “Father” o “Patience”. Hay amor (“I Hate Dancing”, “I Remember Floating”) y mal de amores (“3am”). De hecho, en la secuencia, como en la vida misma, se pasa de la pasión al desengaño en los segundos que separan “Here” de “Half a Room”.

A Marta Knight la hemos visto hacerse mayor musicalmente hablando delante de nosotros, canción a canción hasta entregar un álbum debut que rezuma pureza e intensidad en los sentimientos. En paralelo, su propuesta indie rock ha ido ganando en profundidad y matices gracias a banda y producción, revestimiento perfecto para unos mimbres compositivos más que sólidos. Todo ello hace de este trabajo un disco que invita a ser escuchado de manera compulsiva, a no parar hasta hacer que sus letras se fundan con los recuerdos propios.

Producido mano a mano por Pau Riutort (colaborador y coproductor de El Guincho, que ha trabajado con Rosalía, FKA Twigs y Bad Gyal, entre otros) y Jordi Matas (productor de Ferran Palau, El Petit de Cal Eril, Alizzz), mezclado por Panxii Badii y masterizado por Heba Kadry (Slowdive, Ryuichi Sakamoto, Deerhunter, Beach House).

Marta Knight ha pasado por MMVV (Vic, 2021), BIME (Bilbao, 2021), ESNS Eurosonic (Holanda-Online, 2022), SXSW (Austin, 2022) y Focus Wales (Wrexham, 2022) antes de la salida del disco. Ahora anuncia los primeros conciertos de su gira de presentación.