Lucinda Riley nos adentra en La habitación de las mariposas

Leemos 'La habitación de las mariposas'.
Leemos 'La habitación de las mariposas'.
La habitación de las mariposas es la última novela de Lucinda Riley en la que nos acercamos a la vida de Possy, la de su familia y su pasión por la botánica.

La escritora irlandesa Lucinda Riley es una experta en trabajar los personajes femeninos, tras su éxito internacional con la saga Las siete hermanas continúa destilando su visión feminista a través de mujeres fuertes, con grandes objetivos y sin ningún miedo. Ahora lo hace a través del personaje de Posy Montague en La habitación de las mariposas.

Con este título Riley nos acerca a la alta sociedad inglesa que vivía la II Guerra Mundial con sus hijos y padres como combatientes pero sin querer perder su rutina de fiestas, de educación en internados y de mesas repletas. Pero también a la actual en la que el linaje no lo marca todo. Y lo hace poniendo el epicentro en una mansión de ensueño, Admiral House, la casa familiar en la que Posy vivió la parte más bonita de su infancia cazando mariposas (y descubriendo la habitación del torreón que las conservaba) y en la que recuperó la felicidad de adulta con su propia familia.

Portada del libro La habitación de las mariposas.La habitación de las mariposas viaja así entre los capítulos en los que conocemos la infancia de Posy, una niña inteligente, con gran capacidad crítica pero marcada por la tragedia, que comienza a amar la botánica y a entender la vida. Y la Posy que ronda los 60 años, que se reencuentra con su amor de juventud, y que continúa viviendo en esa gran mansión mientras sus hijos llevan vidas muy dispares.

Los dos tiempos en los que se mueve la novela permiten estar leyendo a la vez una novela marcada por la historia y otra que refleja la vida actual. Esta última parte se narra a través de los dos hijos de la protagonista que, con dos vidas completamente diferentes, uno dominante que no deja de sumar derrotas empresariales y otro bohemio que sueña y lucha por un futuro idílico, van destilando grandes dosis de intriga tras sus personajes.

Todo esto se mezcla con escenas marcadas por la literatura, el arte y la supervivencia en un escenario de esos que facilitan el pasear por sus calles a través de cada página. Se trata del pueblo costero de Suffolk que enmarca a la perfección la historia de esta saga familiar inglesa.