“Tu revolución no me interesa si no puedo bailar”. La frase se le atribuye a la activista Emma Goldman (1869-1940), si bien, como sucede tantas veces con el teléfono escacharrado de las citas célebres, parece que no la enunció tal cual. Pero lo que ahora nos importa es que es ese, y no otro lema, el que reproduce la filosofía de Ladyfest 2013, un festival autogestionado de cultura feminista y precio libre que arranca este jueves en Madrid.
Un programa dividido en Música, Artes, Cuerpos y Bicis, que incluye conciertos, poesía, artes escénicas, una maratón de perversiones, una charla sobre groserías y piropos, una velada okuplé y pinceladas postporno, entre otras muchas cosas; “un baile orgánico y desbanderado”, reza su manifiesto, “que se desplegará en las calles” de Carabanchel, Tetuán y Chamberí hasta el domingo.
httpv://www.youtube.com/watch?v=u-WonQntAo4
Forman parte de ese despliegue, por ejemplo, la pandereta en el tobillo y las interesantísimas letras de Lidia Damunt, cantautora rockabilly de La Manga del Mar Menor, o la plaga de baile que, calzada con zapatos rojos, recorrerá, la noche del viernes, el camino hasta los subterráneos de Azca, donde tendrá lugar una expurgación colectiva de las penas al son de Chico-trópico Djs.
Una manera de estar en el mundo
Vayamos paso a paso. ¿Qué es eso de la cultura feminista? “La cultura feminista”, detalla el manifiesto, “son maneras, no son qués”. El feminismo de este cartel -ha habido y habrá muchos otros encabezados con el mismo nombre, el primero de ellos fue en Olympia, Washington, en 2000– “no es un feminismo político al uso, sino un feminismo que entiende la política como una forma de hacer las cosas y de estar en el mundo”, cuenta María, de Ladyfest, a Nokton Magazine.
María explica que a las organizadoras del festival les llamaba la atención la diferencia que normalmente existe entre el manifiesto político de los invididuos y aquello a lo que después dedican su tiempo de ocio, ocio que rara vez es “autogestionado, anticapitalista o feminista”.
En el caso de ellas 15, todas participaban en movimientos sociales, y decidieron, en consecuencia, establecer su vida social y su ocio “de otra manera”. “¿Cómo puede ser que una parte de nuestra vida sea lógica con nuestras convicciones y que otra, la del placer, sea totalmente distinta?”, recuerda que se plantearon. Es decir, que Ladyfest no es autogestionado y alternativo por necesidad o por descarte, sino por convicción.
Ni gratis ni la voluntad
Sigamos. ¿Qué es el precio libre? “Precio libre no es ni gratis ni la voluntad”, indica María. “Nosotras no ponemos precio, eres tú quien se lo pone, porque todos somos adultos que sabemos cuánto cuesta organizar las cosas”. Como señala el manifiesto de Ladyfest 2013, su equipo deja que tú, asistente, elijas el precio, porque quieren “que, si te gusta, lo hagas tuyo y que, al considerarlo tuyo, quieras ayudarlo a existir”.
Por último: ¿es muy difícil organizar un festival autogestionado en una ciudad que patrocina hasta los nombres de las estaciones de metro? María contesta: “Yo diría que no. Se trata de pensar que esto no es una alternativa, sino la forma de hacer las cosas”. En líneas generales, la experiencia Ladyfest “sale muy bien”, desde las fiestas que se organizan para recaudar dinero hasta el precio libre de entrada, porque, también en eso, Ladyfest es un festival diferente, que empieza en el momento mismo en el que sus organizadoras deciden que lo van a hacer. De ahí en adelante, todo es Ladyfest, y sale tan bien que muchas de las artistas participantes, relata María, duermen en casa de las organizadoras.
¿Acaso existen muchos festivales en los que pase eso?
Ladyfest 2013 tendrá lugar en Madrid desde el 20 hasta el 23 de junio en los siguientes espacios: Espacio Naranjo y PKMN (Tetuán), Panamericana Disco (Nuevos Ministerios), Vestiario (Pirámides), CSOA La Morada (Chamberí), Vaciador 34, Checoslovakia 34 y Gruta 77 (Carabanchel). La entrada a todas las actividades tiene precio libre. El programa completo puede consultarse aquí.
Fotos: gaelx (cc)
