Es uno de los destinos favoritos para los amantes del dance y la música electrónica. Pero también es uno de los destinos preferidos para los apasionados por las calas solitarias, la artesanía y el espíritu hippie. Dos culturas que han sabido adaptarse conviviendo en una ciudad de 11 Km2. Ibiza ofrece entretenimiento al gusto de todos y, aunque no lo parezca, para todos los bolsillos.
Sus playas son sólo uno de sus reclamos. Hay 60 para elegir aunque seguramente la de Las Salinas es una de las populares por el ambiente diurno que marcan sus bares pero lo interesante es la oportunidad de descubrir cala a cala toda su costa. Todas son únicas y lo mejor es consultar en tu hotel las más recomendables según la distancia y el ambiente que se busque. Es aconsejable llevar el agua y la comida, los precios altos marcan cualquiera de las cartas. Para moverse la bici (desde 10 euros al día) es un transporte ideal para descubrir los parajes naturales aunque siempre hay disponibilidad de autobuses.
La vida de la ciudad gira en torno al puerto, cerca de él se encuentra Dalt Vila la zona medieval que sirvió como protección ante los piratas y que es Patrimonio de la Humanidad desde 1999. La única posibilidad es subir a pie deteniéndose casi en cada escalón para disfrutar unas vistas que culminan con la presencia de las demás islas del archipiélago. El paseo no tiene porque ser solitario ya que existen algunas propuestas como las visitas teatralizadas para concebir de otro modo la historia de esta ciudad. Durante el camino también se encontrará el Museo de Arte Contemporáneo (entrada gratuita) que cuenta entre sus obras con las de la Bienal Ibizagráfic que celebra desde 1972. Cualquiera de las localidades de la isla se presta a un grato paseo tanto si se busca tranquilidad como terrazas de moda.
Pero la esencia de la isla radica en el movimiento hippie que se instaló durante los años 70, consecuencia de ello son los múltiples mercados artesanos que aún perduran. El de Las Dalias es uno de los más sonados, abre los sábados de 10:00 a 20:00 en todo su esplendor, los lunes y martes cambian su concepto con las Night Market, menos puestos y más música en vivo. No es ni con mucho el único, otro de los que suman más puestos es el de Santa Eulària que se celebra jueves y sábados de 09:30 a 22:30. Aunque la artesanía es imagen de la isla y es fácil que estemos donde estemos; playas, terrazas, monumentos… alguien se acerque ofreciendo ropa o bisutería de su creación.
La fiesta comienza literalmente al caer la noche. Una de las puestas de sol más mágicas da la bienvenida a todos los planes que estén por venir. Desde las 20:00 la cala que acoge Café del Mar comienza a conformarse como lugar de culto dando cobijo a cientos de personas que se reúnen para disfrutar del espectáculo (normalmente acompañados de sus propias bebidas). Tras ello es un buen lugar para encontrar entradas baratas a las famosas discotecas, según el día pueden encontrarse desde 10 euros, sólo hay que hablar con los relaciones públicas que también suelen encontrarse en la zona del puerto. Que sea el más concurrido no implica que sea el único. A cada paseo por la isla se descubren más Sunset Chillout como el de la cala de Bou (Bahía de San Antonio); el Kumharas, que tras despedirse del sol ofrece música en directo, espectáculos con fuego… Una vez entrada la noche y conseguida una entrada accesible al bolsillo lo mejor para moverse por la ciudad es el discobus (tres euros) con diferentes rutas que unen todas las localidades y discotecas de la zona en horario de 00:00 a 06:00.
Hay quienes disfrutan por igual de la estancia que de los preparativos, más si consiguen encontrar una gran oferta. Aunque el alojamiento, si se evitan los macrohoteles, no es especialmente caro existen múltiples descuentos desde 14 euros la noche. El cómo llegar también es cada vez más económico, cualquier buscador de vuelos ofrece ida y vuelta alrededor de los 70 euros mientras se viaje entre semana. Es aconsejable comparar los precios con los de los barcos (aproximadamente 90 euros i/v) que salen hacia la isla desde Barcelona, Valencia, Denia, Mallorca… Suelen rondar los 90 euros ida y vuelta.
La fusión de fiesta y turismo es la imagen de esta isla que no puede evitar que su temporada esté marcada por el calendario de sus discotecas, que abren de mayo a octubre, pero que sin embargo ofrece un gran viaje, o una escapada, se busque lo que se busque.
Fotos: ST33VO (cc) / Efrén Sánchez (cc) / pilotfoto (cc)