Indignados o no, ¡No os rindáis!

Stéphane Hessel analiza en un libro póstumo los movimientos sociales en España.

 

A veces la situación del entorno puede con todo… ¡No os rindáis! No soy yo quien lo dice, lo hace Stéphane Hessel en un libro póstumo que se publica a penas un mes después de su fallecimiento. Un texto que ya han denominado como su ‘testamento político’ en el que mira más allá de aquel ¡Indignaos! valorando lo conseguido y motivando la continuidad de la fuerza ciudadana.

Alentar no es la intención, es analizar a una sociedad ya motivada a la que han puesto el mute, una sociedad con fuerza y presencia a la que anima a formar parte de la política activa, a dar el salto más allá de las calles. Lo hace bajo el título ¡No os rindáis! Con España, en la trinchera por la libertad y el progreso después de dirigirse al mundo con ¡Indignaos! y ver que su mensaje cuajaba especialmente en una sociedad castigada como la nuestra meses antes de morir se dirigía con este libro especialmente a España.

Repasar su figura no es imprescindible, pero sí valorar lo que él mismo dice en el libro sobre su imagen de España. La primera que conservaba de cuando era un niño estaba ligada a la de un país de descanso y vacaciones. Un país al que demuestra cariño y un fuerte entendimiento salpicado de ideas muy claras, “debemos crecer en algunos ámbitos, como el de las energías renovables, la agricultura biológica, la economía social y solidaria, la educación y la cultura”.

El libro es una especie de segunda parte. El movimiento ocurrió, luchó y ahora debe dar un salto más lejos. “Es necesario que la indignación se transforme en un verdadero compromiso”, “hay que proponer una visión ambiciosa de la economía y de la política capaz de transformar la condición de nuestros países. No hay que quedarse en la protesta. Hay que actuar”.

El otro día escuchaba en la radio como entrevistaban a una mujer por afiliarse actualmente a un partido político, era noticia. Para Hessel es la única posibilidad de cumplir su gran premisa de “actuar”, afirma que “hay que recobrar el apetito de la política, porque sin política no puede haber progreso” y que “hay que infiltrarse en sus estructuras para tratar de cambiar su funcionamiento desde dentro”.

¡No os rindáis! No pierde ni un ápice de su discurso estimulante, de sus ansias por una sociedad fuerte y activa ni de sus ilusiones por una democracia real. Un texto aderezado con retazos de su propia vida que muestra tan sólo sus ideas, sus propuestas, las que un día le llevaron a participar en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

Editorial Destino /Libro rústica con solapas 6,95€ / ePub 3,99€

 

Foto: Destino