‘Hoy puede ser mi gran noche’: el homenaje de Teatro en Vilo a los perdedores

Teatro Hoy puede ser mi gran noche.
Teatro Hoy puede ser mi gran noche.
La compañía Teatro en Vilo reivindica a los perdedores en Hoy puede ser mi gran noche, una comedia sobre él éxito, el fracaso, las dudas y la resignación.

En los años 90 en nuestro país el televisor era algo esencial en el salón familiar y, por supuesto, el rey de la casa era quien se hacía con el poder del más preciado tesoro: el mando a distancia. Los diferentes canales televisivos eran auténticos escaparates en los que se dejaban ver múltiples artistas y presentadores rebosantes de fortuna (o así lo creíamos entonces). A nosotros, ingenuos espectadores, no nos quedaba otra que apretujarnos en el sofá y soñar con participar en el ¿Qué apostamos?, o bien, con descolgar el teléfono fijo y escuchar al otro lado de la línea la voz de Raffaella Carrà. En Hoy puede ser mi gran noche la compañía Teatro en Vilo, aunando comedia y música, nos trae a la memoria esa fiebre televisiva de los años 90 a través de las vivencias de dos hermanas, Noemí y Darlene Rodríguez, para contarnos una historia plagada de nostalgia sobre el éxito y el fracaso.

Noemí y Darlene Rodríguez en Hoy puede ser mi gran noche
Noemí y Darlene Rodríguez en un momento de la función

La intérprete gallega, Noemí Rodríguez (haciendo de ella misma o no), entra en escena cual showoman de late night. Rompiendo la cuarta pared y dirigiéndose directamente al público, presenta a su hermana Darlene, que la acompaña al teclado. Durante 75 minutos el espectador viajará con ellas a su infancia, concretamente a la Galicia de los años 90. Mezclando el gallego con el castellano, la polifacética Noemí se pone en la piel de varios personajes. Uno de ellos (sin duda el tercer protagonista de la obra), es el padre de las hermanas, un cantante de orquesta que quiere que sus hijas triunfen, que sean lo que él no pudo ser, que sean alguien. Pero, ¿qué es ser alguien? Intentando dar respuesta a esta pregunta afloran temas como el deseo insatisfecho, la frustración, la culpa y las relaciones paterno-filiales. Todo ello sin caer en moralina barata, sin ganas de dar lecciones, simplemente compartiendo una historia de perdedores, de aquellos que lo intentan y no pueden, de aquellos que nucan ganan.

Noemí Rodríguez actuando en Hoy puede ser mi gran noche

Además de actuar, Noemí Rodríguez codirige esta obra junto a la actriz y productora madrileña Andrea Jiménez. Las dos fundadoras de la compañía internacional Teatro en Vilo (Londres, 2013) nos regalan en Hoy puede ser mi gran noche un espectáculo basado en recuerdos y anécdotas cotidianas y, a la vez, increíbles, donde la realidad de las protagonistas (hermanas en la vida real) se mezcla con la ficción. Todo esto mostrando un dominio inmenso de las emociones, mezclando lo tierno y lo desternillante bajo un espíritu cabaretero y `orquestero´. Un show libre de pretensiones que, por su simplicidad y el buen hacer de Noemí sobre el escenario, atrapa de principio a fin.

 

Al término de la obra vuelve a resonar la pregunta, ¿qué es ser alguien? Tal vez tener éxito en la vida sea cantar como Azúcar Moreno en Eurovisión o imitar a Freddie Mercury en el programa Lluvia de estrellas. O bien, tal vez, y solo tal vez, sea darse cuenta de nuestras propias limitaciones y aprender a resignarse.

Hoy puede ser mi gran noche recibió, en el 2020, el premio del público en la 36º Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia. Actualmente,  se puede ver, hasta el 9 de mayo, en el madrileño Teatro del barrio. Entradas aquí.