El Amador es un bar de Granada situado en la calle Pintor López Mezquita, en la popular zona de Pedro Antonio (de Alarcón) como otras varias decenas de locales. Tiene todos los requisitos básicos del buen bar de tapas de la ciudad del Darro:
Cerveza fresca bien servida, buen ambiente y buenas tapas rebosantes que han hecho aún más famosa a la capital granadina. Tiene todos esos requisitos y uno más. No es extraño encontrarse a turistas musicales, correctamente ataviados de camisetas de rayas, gafas de pasta y alguna que otra chapa en esa camiseta, haciéndose fotos con el cartel del bar, porque hace 20 años Jota, cantante de Los Planetas, lo colocó en el mapa de lugares míticos cuando dijo que siempre pasaba por allí por si ella aparecía. Hay quien dice que el dueño, a veces cansado de las visitas sólo por curiosidad, ha escrito en la pizarra del menú “Somos baratos. Las tapas son grandes. No servimos garrafón. Hay buena música. Somos majos y guapos. Se está agustico, pero todavía nos llaman ‘El Bar de los Planetas’. No, no va a venir Jota por si apareces.” Hoy colocamos una piedra más de la Roca Madre, algo más pop, en la puerta de este bar.
Hace algo más de dos décadas que Jota y Florent se conocieron, quizás de tapas, y decidieron dar rienda suelta a sus gustos musicales empezando a tocar, con la tímida May al bajo y Paco a la batería, con el nombre de Los Subterráneos. De ese primer proyecto se recuerda una maqueta con unas cuantas canciones, entre ellas “Mi hermana pequeña” que mereció ser considerada como la mejor canción nacional de 1992 por la Rockdelux. Pero ese nombre para hacer carrera no valía porque ya estaba cogido, por lo que decidieron cambiar el fallido por el de Los Planetas. Y de ahí a grabar en 1994 su primer disco: Súper 8. Un LP de primerizos que supuso una suerte de punto de inflexión en la música independiente española. Incluso para muchos es un disco simbólico generacional. El panorama de la música española se encontraba en un punto de cambio lento, en el que parecían apagarse las luces que habían cegado al pop de los 80, sea verdad o no la historia de la movida. En Granada, que siempre ha sido un núcleo importante de bullir musical, ellos supieron mezclar las mejores influencias del flamenco más puro con los aires de Joy Division, el rock andaluz, la psicodelia de los 70 y el noise pop norteamericano. Después de Súper 8 vino todo, dio comienzo ese viaje por el sol. Fue el principio de todas las cosas que pasaron en el pop-rock independiente aunque ellos lo hubieran sacado con una multinacional. Hoy está en las tiendas una edición de lujo en CD, que llevaba años descatalogado, en el que se incluyen también los temas que se descartaron en una primera edición y que luego saldrían en un EP con el nombre de Nuevas sensaciones. También han sacado una tirada de joyas para los más fieles seguidores con 1500 vinilos de 180 gramos cada uno y con una reproducción de las letras escritas a mano por Jota. Por supuesto no faltará la ilustración de Javier Aramburu que acompañaba al original, porque hasta la portada es significativa.
Gran parte de esos fans de los granadinos que se acercan cada año al bar de Pintos López Mezquita, esquina con Pedro Antonio, que puede ser lugar de unión de la banda original de Los Planetas no tenían casi conciencia musical, más allá de los cantajuegos de la época, los discos de las series de la tele o el corro de la patata y demás canciones que nos cantaban en los primeros años de la escuela, cuando lanzaron este disco al mercado, pero poner en reproducción automática Súper 8 significa una sucesión constante de himnos de la música pop. Si pensamos que “Qué puedo hacer” no es el primer single del disco pero es capaz de hacer que la gente vaya en procesión al Amador, o que “De viaje”, “Si está bien” o “Brigitte” forman parte habitual del repertorio de ebriedad de tantos, nos dan una pista de la transcendencia que ha tenido este disco. También vale con preguntar sobre influencias a cualquiera de los grupos nacionales que llenan los carteles de los festivales patrios, a los que acuden también ellos por méritos propios y no sólo como viejas glorias, porque como dice la sabiduría popular: los clásicos no pasan de moda y eso en Súper 8, y en Los Planetas a través de él y de gran parte de su discografía posterior, queda demostrado.
Fotos: Marnagvs Maximvs (cc) / Marnagvs Maximvs (cc) / alterna2 (cc)