En la actualidad es común tener varios gastos mensuales relacionados con préstamos. En muchas ocasiones a la hipoteca se suma la letra del coche, a esto los gastos que se han acumulado en las tarjetas de crédito y así sucesivamente hasta sumar varios gastos fijos relacionados con préstamos bancarios. Que, a su vez, se suman a los gastos cotidianos y a los imprevistos que puedan surgir por lo que muchas personas están buscando cómo reunificar deudas para intentar controlar mejor algunos de sus gastos.
Si la reunificación de deudas está siendo uno de los movimientos de algunos ciudadanos es porque cuenta con algunas ventajas, también con algún inconveniente, como comentaremos a continuación. Lo primero es tener claro a qué se refiere este concepto, que es básicamente un mecanismo financiero que ofrece la opción de agrupar todos los préstamos que tenga una persona para así pagar solo una cuota cada mes. Lo que, como os comentábamos, tiene sus pros y sus contras.
Entre las primeras el principal beneficio es que al unir los préstamos que se tengan adquiridos el tipo de interés de este nuevo y único préstamo que se genera se reduce respecto a la opción de tenerlos separados. Además el tiempo de devolución del préstamo se amplia por lo que el plazo de amortización es mayor. Sin embargo esto genera uno de los contras que se pueden encontrar en este producto, ya que al aumentar el plazo de amortización pagaremos intereses durante un tiempo más largo y por tanto el dinero a devolver también será mayor.
Hay que tener claro además que para reunificar las deudas se deben cumplir varios requisitos como: ser mayores de edad, tener la documentación en orden, una cuenta corriente en la que domiciliar los pagos y demostrar solvencia para poder devolver el importe pedido. Por tanto estar al corriente de todos los gastos y no contar con determinadas deudas pendientes se hace imprescindible para conseguir esta financiación.
Teniendo todo esto en cuenta y ya sea para la opción de reunificación de deuda como para adquirir cualquier nuevo préstamo, es muy relevante conocer los aspectos clave en los que debemos fijarnos para ser conscientes de lo que estamos firmando y a lo que nos estamos comprometiendo. A la hora de contratar cualquier préstamo hay tres aspectos clave que se necesitan conocer para no acabar sobreendeudados.
El primero de ellos son los tipos de interés. Los que vas a encontrar son el TIN (Tipo de Interés Nominal), que indica el porcentaje de dinero que recibirá el banco por el préstamo, y el TAE (Tasa Anual Equivalente) que hace referencia además de al TIN a otros aspectos como las comisiones bancarias o los gastos de la operación y es anual. Otro de los aspectos son los tipos de interés, ya que cada préstamo propondrá una cifra. Por tanto pueden variar según el tipo de préstamo, por ejemplo en los préstamos personales actualmente la cifra se mueve en un margen bastante amplio entre el 5% y el 20%. Y como último aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de solicitar un préstamo o una reunificacion de préstamos estaría la amortización. Esto hace referencia al modo en el que se devuelve la cantidad solicitada y, por tanto, hay que tener presentes las condiciones en el caso de que queramos amortizar el préstamo antes de lo acordado al contratarlo.