Es uno de los propósitos más repetidos, junto a practicar deporte, comer más sano, o estudiar inglés, el aprender a tocar un instrumento suele estar en nuestro top de deseos. Y es fácil entender porqué; porque mejora nuestra concentración y rendimiento, porque nos genera tranquilidad y, por supuesto, porque la música es una de nuestras maneras de entender la vida. Muchas veces no somos conscientes de lo sencillo que es, ya que podemos hacerlo en nuestra propia casa adaptándonos al tiempo que tenemos libre; de hecho quizás puedas empezar por unas canciones fáciles para guitarra.
De cualquier forma lo importante es coger rutinas y poner de tu parte, algo que será muy fácil si realmente disfrutas con la música. Lo primero es desterrar esa idea de «soy demasiado mayor para aprender a tocar un instrumento», siempre es posible aprender, solo depende de tus ganas.
Otro de los aspectos clave es qué instrumento elegir. Normalmente tenemos algunas nociones de la flauta dulce que estudiamos en el colegio, por lo que si optas por los vientos puede ser una buena opción. Sin embargo lo más común es empezar con la guitarra, aunque somos conscientes que ahora muchas personas empiezan por el ukelele, y además es un instrumento ideal para aprender de forma autónoma a través de cursos o tutoriales online.
Precisamente dónde aprender es otro de los puntos que genera dudas al comenzar, buscar un buen profesor siempre funciona y te hará evolucionar de forma correcta. Pero es verdad que si conoces a alguien que ya toque puede ser el punto de partida ideal y, si no, como comentamos, siempre puedes lanzarte al aprendizaje digital en sus múltiples formatos, ya sea una app, unos tutoriales de Youtube, o una academia online.
Como en cualquier otro aprendizaje, además de coger una rutina, es importante ponerse objetivos realistas. Por ejemplo tocar una canción sencilla como Come as you are de Nirvana en tres meses. No hay que agobiarse pensando que si es de un grupo épico será difícil siempre, normalmente las grandes bandas tienen canciones para todos los niveles. Es cierto que para encontrar los obejtivos más realistas es importante haber comenzado a tocar para saber a qué velocidad aprendemos y cuánto tiempo podemos dedicar a nuestra nueva pasión. No es lo mismo el que solo tiene una hora a la semana que quien puede practicar aunque sea media hora todos los días. Tampoco hay que pensar que el tener menos tiempo nos bloqueará para aprender, solo hay que ser conscientes de que el aprendizaje será más largo (no por ello menos satisfactorio).
Además comenzar a aprender a tocar un instrumento puede convertirse en el momento ideal para relajarte, para desconectar del día a día y centrarte en ti y en tus mejoras. De hecho ensayar en un entorno cómodo y en un momento en el que no tengamos tensiones ayudará a evolucionar en el aprendizaje. Escoge esos ratitos de la semana en los que quieres estar en calma y encuentra un entorno que te inspire, ya sea un rinconcito de tu casa o un banco en un parque cercano. Todo suma para aprender disfrutando.