Hace tiempo que oímos que las criptomonedas son el dinero del futuro, pero no nos hace falta imaginar mucho para verlas en el presente. Quizás la frase ha quedado algo anticuada y a día de hoy ya son parte de las rutinas de muchas personas, ya sea por la parte de inversión o por su lado funcional en el que miles de personas ya están usándolas en sus transacciones del día a día. Hemos podido ver su evolución gracias a la moneda que hace ya más de una década trastocó el mercado para acercar este tipo de divisas virtuales a la sociedad. Se trata de la más conocida, el Bitcoin, que se ha ido transformando desde un producto de inversión a una moneda más de uso en transacciones habituales. Pero no es la única que forma parte de este universo de las criptomonedas. Incluso actualmente las hay con conciencia ecológica.
Entre otras de las monedas virtuales que más se pueden ver en la actualidad se encuentran por ejemplo el ripple o stellar lumens. Todas parten del mismo funcionamiento, son criptomonedas y, por tanto, son divisas que se guardan, manejan y cotizan en la red y que parten de la encriptación. Aunque no en todas se realiza igual.
En el caso del Ripple se trata de una plataforma descentralizada creada con código abierto que los desarrolladores pueden usar con el objetivo de dar forma a aplicaciones de pagos y a remesas internacionales. La infraestructura de cadena de bloques subyacente de Ripple se llama XRP Ledger mientras que XRP es el activo nativo de la red. Además el precio del ripple es muy fácil de encontrar para poder visualizar su evolución.
Por su parte Stellar Lumens es una red pública, también de código abierto, que persigue permitir que sus usuarios almacenen y efectúen transacciones digitales de dinero. La plataforma aprovecha el poder de la tecnología de cadena de bloques, la más popular en criptomonedas, para descentralizar la transferencia de pagos de una forma rápida y eficiente desde el punto de vista energético y muy asequible.
De hecho esta última característica del Stellar Lumens, el que sea ecológica, es un factor a tener muy en cuenta actualmente en el universos de las divisas digitales. Ya que el minado de criptomonedas, que es precisamente el proceso criptográfico que conlleva el sistema de bloques que las genera -el blockchain-, es una actividad que implica un alto consumo energético y por tanto una gran huella de carbono. Para luchar contra ello han surgido algunas criptomonedas como esta con conciencia ecológica que se apoyan en otros sistemas como asegurar que una parte del minado se realiza con energías renovables.
