¿Has imaginado alguna vez ver tu propio libro publicado? Seguramente si eres un lector empedernido en algún momento te has planteado escribir tu propia novela, o quizás tengas una vida apasionante y ya hayas pensado en trasladarla al papel y convertirla en un libro. Puede haber muchas situaciones por las que alguien desee lanzarse a escribir un libro. Y es que es una actividad excitante. Pero muchas veces no sabemos por dónde empezar. Puede que tengamos muy claro qué queremos contar pero siempre es imprescindible leer primero algunas guías de cómo escribir tu libro.
1 Tener una idea inicial por donde comenzar
Empezar a escribir sin saber a dónde vamos no servirá más que para frustarse. Así que el primer paso es siempre tener una idea preconcebida sobre qué trataremos en el libro. Ya seas un escritor brújula o un escritor mapa es imprescincible que antes de comenzar con la narración tengas claro qué vas a contar. ¿Va a tratarse de una novela? ¿De una biografía o autobiografía? ¿Es un libro de no ficción? Responder a estas preguntas te ahorra muchas complicaciones futuras.
2 Elige la temática de tu libro
El estilo que des a tu libro siempre tiene que ser personal pero también adaptado a la temática que selecciones. Para escritores que están comenzando es muy útil centrarse en temáticas de las que ya son lectores y a las que por tanto tienen cogido el ritmo narrativo y los conocimientos. No es lo mismo escribir romántica o fantástica, donde tu creatividad puede dejarse llevar que por ejemplo histórica, para la que necesitarás un importante tiempo de documentación.
3 Formato del libro, un libro corto o extenso
Normalmente suele recomendarse empezar escribiendo relatos, textos cortos que te permitirán indagar en tus capacidades y en tu estilo. Pero el relato es un género en sí mismo por el que puedes apostar con total confianza. Solo sabiendo qué quieres contar podrás hacerte una idea del mejor formato para ello. Si vas a narrar la historia de cinco generaciones de una familia seguramente necesites una novela bastante larga, pero si por ejemplo tu interés son situaciones más cotidianas quizás empezar con un libro de relatos será la mejor opción.
4 Marca tus tiempos, las rutinas son buenas para esto
Para escribir necesitas crearte rutinas. Seguro que lo has leído en multitud de ocasiones pero es mucho más útil dedicar aunque solo sean 30 minutos a diario, que dedicar 10 horas cada dos semanas. La constancia hace que tu historia fluya, que no pierdas la perspectiva y que introduzcas el hecho de escribir en tu día a día como cualquier otra actividad cotidiana.
5 Busca ideas para desarrollar el libro, la inspiración puede llegar cuando menos te lo esperas
No existe ningún buen escritor que no sea un gran lector así que, aunque estés inmerso en la escritura de tu obra, no dejes de lado seguir leyendo. El aprendizaje que da la lectura es difícil de adquirir de otras maneras. Además hay personas con una inspiración constante y otras a las que se les aparecen las ideas cuando menos lo esperan. Así que acostúmbrate a acompañarte siempre de una libreta porque esa frase on escena que buscabas puede llegar a tu mente mientras van el transporte público, estás en el gimnasio, o en la terraza de un bar.
6 Aplica técnicas, no todo es inspirarte, hay ciertas normas que te ayudarán
Obviamente los grandes escritores no están constantemente inspirados, pero saben qué pasos seguir cuando les falta la inspiración. Cada persona tiene su proceso pero si necesitas encontrar las técnicas que mejor apliquen a ti existen multitud de cursos enfocados en escapar de ese temor a la página en blanco.
7 Tips
Una vez comiences tu proceso de escritura irás descubriendo otras herramientas que te ayuden en él. Ya sea en forma de plantillas, guías, programas, apps… Y cuando por fin hayas puesto el punto final a tu historia te surgirá un nuevo mundo. Al terminar de escribir el libro puedes empezar a pensar en publicarlo y eso conlleva otros pasos. El proceso de publicación de un libro se compone de múltiples procesos como el resgitro de la obra, la correción estilística, las pruebas de coherencia, el diseño de portada… Una serie de procesos que seguro disfrutarás igual que la propia escritura.