Cada lector tiene su género literario favorito, ese que sabe que siempre le va a satisfacer, ya sea como entretemiento o como aprendizaje. Y es que ya sabemos que en el mundo de los libros hay opciones muy variadas; literatura contemporánea, novela negra, histórica, misterio y thriller, chick lit, ensayo, comic, divulgación, juvenil, fantasía, erótica… Incluso muchos de estos géneros juegan a entrelazarse y a mezclarse entre ellos componiendo nuevas obras. Aquí vamos a analizar el éxito del ultimo género que os mencionábamos, la literatura erótica.
Es cierto que la literatura erótica siempre ha estado en el mercado, al menos desde que tenemos el poder de la escritura, porque ya en 400 a.c., en la Grecia Clásica, el dramaturgo Aristófanes compuso en este género. Después, cuando los libros empezaron a popularizarse, continúo como un género constante llegando incluso a ser uno de los más populares en tiempos de la Ilustración y buscando su lugar (muchas veces escondido) en estanterías de multitud de casas. Sin embargo desde hace diez años ha vuelto a vivir un boom en el que la tecnología, las relaciones actuales y juguetes como fleshlight han empezado a tomar su espacio en las tramas de estos libros.
La magia de lo explícito
Lo explícito siempre ha sido una de las premisas de la literatura erótica y, por ende, continúa siéndolo y marcando su éxito. Ante las páginas de estos libros se deja muy poco espacio a la imaginación. Cualquier lector pone parte de sus experiencias personales y su visión del mundo al leer una novela y al sentir lo que cada escena quiere trasladarle o transmitirle. Sin embargo en este género es el propio autor el que nos lo cuenta todo tratando de ser en todo momento explícito respecto a las escenas que dan forma a la historia.
Sin embargo una de las características que consigue que este género de la literatura erótica esté tomando tanta relevancia en la actualidad, con grandes campañas publicitarias para cada lanzamiento de un nuevo título y con portadas que ocupan gran parte de las estanterías de los más vendidos en las librerías, se debe también a que ya nada de lo que aparece en la novela es tabú. El sexo ya no es solo un acto cotidiano sino que también es una conversación cotidiana, por lo que compartir las experiencias que generan estos libros y lo que esconden sus personajes se ha convertido en una conversación más que habitual entre sus seguidores. Incluso se ha perdido la vergüenza a compartir lo que se aprende (o se corrobora) leyéndolas, y se fomentan así conversaciones entre amigos que hablan por ejemplo con normalidad de los juguetes eróticos que han aparecido en sus escenas favoritas. De hecho marcas como EasyToys ven como estas conversacioens influyen en sus tendencias.
Por tanto este éxito mezcla una curiosidad que siempre ha estado presente en el ser humano con la posibilidad actual de compartirlo que además da pie a que puedan promocionarse de forma mediática y así obtener una visibilidad que antes no tenían y que, por tanto, le facilita sumar nuevos adeptos.
