Una serie procedimental es aquella en la que cada uno de sus capítulos nos cuenta una trama autoconclusiva en lo que suele llamarse el “caso de la semana”. Y la mayoría de ellas, cuando pertenecen al género policiaco más clásico, tienen una serie de episodios que nos recuerdan a otros. Una serie de tópicos a incluir en algún capítulo sin los que perdería esa esencia de serie policial.
Y no es un recuerdo negativo, ya sabemos que las grandes diferencias entre las policiacas radican principalmente en los personajes, sino un recuerdo de que esto nos suena de algo. De que ya hemos visto un asesinato similar.
Ese atraco en el que alguno de los personajes queda como rehén, ese asesinato en una fiesta de Halloween, esa niñera sospechosa, ese asesino en serie que reaparece… Pasar por esos tópicos es parte del encanto del género. Y hablo del género pensando en todo momento en series como CSI (en cualquier de sus versiones), NCIS (también en cualquiera de sus versiones), Hawai five-0, Ley y Orden, Castle, Bones, The Closer, Major Crimes… por citar algunas de las que se siguen emitiendo en abierto en España. Aunque el formato procedimental toca otros muchos géneros como podemos ver en Fringe, Expediente X, Mindhunter, The Good Fight, Dexter, Lupin…
La serie policial y, por ende, procedimental, es uno de los géneros más prolíficos de la televisión actual, según The Hollywood Reporter suponen casi una quinta parte de todas las series estadounidense, y lo es desde décadas. Y aunque en algunos casos incluyan una trama más global cuya resolución abarque toda la temporada, esta no suele interesar demasiado a un público que busca desconexión rápida y un poco de intriga en 45 minutos, evitando verse envuelto en un maratón de horas.
Aunque su popularidad convierta también en un reflejo de la sociedad. Como demostró el Washington Post solicitando que se parasen de rodar, a raíz de las protestas en EEUU contra el racismo y la brutalidad policial, para repensar las tramas y ser más realistas. Lo hizo en un artículo titulado Cierren todas las películas y programas de televisión policiales. Ahora en el que instaba a los guionistas a ser más realistas y a que no todas esas tramas autoconclusivas se resolviesen. Pero claramente el espectador no busca que las tasas de resolución de crímenes sean las mismas en la realidad y en la ficción. Busca resolver el misterio, ser parte del juego.
Lo que sí tienen claro esos guionistas es que hay ciertos escenarios, casos o eventos que tienen que aparecer en alguno de sus capítulos dando forma a unos tópicos ya imprescindibles en el género.
El atraco
Muy pocas series policiales se escapan de dedicar uno de sus capítulos a un atraco. Un atraco con rehenes y muertos, por supuesto. Y además, normalmente, un atraco en el que algún miembro del equipo de investigadores se encuentra dentro del banco o establecimiento.
Halloween o cualquier día a celebrar
No hay serie autoconclusiva que no dedique como mínimo un capítulo al día de Halloween. De hecho, lo más normal, es que si les coincide esa fecha en emisión se lo dedique cada año. Hay otros días especiales que tampoco fallan como Navidad o Acción de Gracias. En esas efemérides las sitcom ponen todo para la diversión y las series policiacas encuentran perfectamente como colar un muerto en un caso con los policías disfrazados de superhéroes o teniendo que devorar el pavo en la comisaria.
El caso sobrenatural
Ya sean zombies, alienígenas o hadas siempre hay un capítulo en el que lo sobrenatural se cuela en la investigación cargándola de pistas que no parecen terrenales. Ya pueden venir por alguna información extraída del cadáver, por una pista o por la falta de lógica en el suceso. Sea lo que sea dentro del equipo siempre habrá uno que se lo cree y al que el resto no para de vacilar.
El muerto desubicado
Un cadáver aparece en el sitio más insospechado; un desierto en el que no hay rodadas, una caja acorazada, lo alto de un árbol… No parece haber demasiada lógica en su ubicación y esa es la única pista. ¿Puede que el cuerpo haya llegado a lo alto del árbol porque un hidroavión lo ha capturado en un lago soltándolo en un lugar inhóspito?
Asesinato en el Reality Show
La metatelevisión siempre es de agradecer e incluir tramas relacionadas con el mundo del espectáculo es más que común en este género. Muchas de ellas pasan por enfocar el caso en un programa televisivo del que alguno de los investigadores será muy fan y se verá embelesado por conocer a los protagonistas.
Bonus track en series policiales
Casos que pasan, con diferentes pistas y resoluciones, por casi todas las series procedimentales hay muchos. Otros clásicos serían el sacrificio tribal, el caso que reabre otro caso, la niñera sospechosa, el secuestro de un menor, el muerto que ha caído sobre un coche o sobre un puesto callejero –a elección del guionista- desde un edificio, la boda o, si están en Nueva York, el asesinato en Central Park Y, por supuesto, que no falte algún asesino en serie ya puede sea nuevo, que reaparezca o un mero imitador. ¿Cuáles más se os vienen a la cabeza?