César Sebastián, autor de Ronson: «Pensar en el pasado nos resitúa en el presente»

Cómic Ronson, de César Sebastián.
Cómic Ronson, de César Sebastián.
César Sebastián nos habla sobre su novela gráfica 'Ronson'.

Para muchos ya es la novela gráfica del año. Obra poderosa sobre la memoria y el mundo rural, llega a la segunda edición precedida de los aplausos de la crítica y de los lectores. Ronson (Autsaider Cómics, 2023) apunta a convertirse en un clásico de nuestros días. 

Nokton Magazine: En el mundillo se habla ya de Ronson como cómic del año ¿Cómo recibe usted estos comentarios, más aún tratándose de una primera obra? 

César Sebastián: Me siento feliz y un poco abrumado, la verdad. Jamás me habría esperado una reacción tan positiva, tanto por parte de la crítica como de los lectores. Estoy especialmente contento de que el público haya conectado de forma tan íntima con la obra y de que muchos compartan conmigo sus impresiones e historias familiares. Para mí esto revela que la lectura de Ronson no ha sido un mero pasatiempo y que su conexión es auténtica.

NM: Al leer Ronson me quedó la sensación de una reivindicación poco común, reivindicar “la normalidad”, “lo cotidiano”… ¿hay algo de esto?

CS: Efectivamente, a mí me gustan las historias mínimas, que escapan de la épica o la truculencia tan habituales en las obras de ficción. Con Ronson pretendía reivindicar el valor de tantas vidas anónimas que no forman parte de la gran Historia pero que a su manera son excepcionales. Es la excepcionalidad de aquello que, por ser cotidiano, no apreciamos en su justa medida, y que solo el paso del tiempo nos hace apreciar. 

NM: El pasado y el campo se contraponen de manera contundente con la actualidad urbana, donde han desaparecido muchas de las situaciones, oficios y costumbres… ¿Hemos perdido más por el camino que ganado?

CS: A mi juicio hemos progresado en aspectos más que evidentes: el nuestro es un país más libre y tolerante, mejor educado y que posee un notable desarrollo tecnológico.  Por otro lado, yo soy muy crítico con la desigualdad estructural, la corrupción política y mediática,  el individualismo exacerbado y la explotación del medio ambiente. En cierto sentido hemos renunciado a buena parte de nuestra dignidad e identidad a cambio de un estilo de vida cómodo pero inane: imitamos el consumo frívolo y la ostentación de las clases altas pero estamos alienados de nuestras verdaderas condiciones materiales y de nuestros orígenes. 

NM: Este viaje al pasado ¿es más frustrante o gratificante?

CS: Para mí ha sido muy gratificante. Si uno arroja una mirada crítica, el pasado no es un lugar idílico ni mucho menos. Pero creo que pensar en el pasado, tanto en lo histórico como en lo personal, nos ayuda a comprendernos mejor, nos resitúa en el presente. A nivel personal, hacer Ronson ha sido para mí una experiencia transformadora. Estar más de tres años trabajando en este proyecto me ha obligado a pensar con gran profundidad en mi propia infancia, en mi familia y, en definitiva, en mis orígenes. Me ha hecho valorar más el esfuerzo de mis antepasados y la dignidad de sus vidas frugales.

NM: Es curioso cómo un libro sobre la vida rural y la memoria ha conseguido conectar con públicos tan diversos.

CS: A mí también me ha sorprendido mucho. Ronson está llegando a un público muy amplio: lectores habituales de cómic y gente que nunca había leído uno antes, lectores jóvenes y maduros, gente que habita en el medio rural y muchos urbanitas cuyos antepasados emigraron a las ciudades procedentes del campo. Además, me ha sorprendido que personas de todos los rincones de España (muchos en los que yo nunca he estado) se hayan reconocido en mi relato, relacionándolo con sus propios pueblos y recuerdos de infancia.

NM: Ronson resulta una novela gráfica poco convencional. Podría decirse que sus referentes estuvieran en otras disciplinas creativas más que en el mundo de la historieta. 

CS: Creo que a nivel de narrativa visual y estilo gráfico, mis influencias son fácilmente rastreables dentro de la tradición del cómic. Pero los temas de los que hablo, el mundo que recreo y los personajes que lo habitan sí que resultan extraños a su historia, y hay que buscarlos en otras disciplinas que también me apasionan, como el cine, la literatura, la historia o la etnología. Mucha gente ha relacionado acertadamente Ronson con el cine neorrealista italiano o con la novela española de posguerra.

NM: ¿Se considera usted más narrador o dibujante?

CS: Antes de hacer Ronson hubiese contestado que dibujante, pero ahora ya no lo tengo nada claro. Creo que me siento más narrador, en tanto que mi pasión por el dibujo está ahora totalmente ligada al hecho narrativo. Me cuesta cada vez más dibujar sin otro propósito que el crear imágenes bonitas y por el contrario siento un apego total al dibujo cuando forma parte de una historia que siento la urgencia de contar.

NM: ¿Conoceremos las andanzas del muchacho protagonista de Ronson o se va a quedar ahí la historia?

CS: Tengo en mente realizar en el futuro otra novela gráfica que sería, digamos, complementaria a Ronson. Una obra que, si bien no quiero que sea estrictamente una segunda parte, sí que será un libro en el que narre la vida de su innominado protagonista fuera de las fronteras de su pueblo, explorando su adolescencia y juventud. Pero por ahora estoy centrado en otros proyectos, porque me apetecía cambiar de aires después de tanto tiempo inmerso en esta historia.

Escrito por: Óscar Vegas