Zendaya, el icono de la generación Z

Tan solo diez años después de su primera actuación, Zendaya ganaba en septiembre su primer Emmy. ¿Cuáles son las claves de su éxito?

Comenzó su carrera como actriz en una producción de Disney Channel. Diez años más tarde, acaba de ganar su primer Emmy. Zendaya, uno de los nombres más sonados en Hollywood, se ha convertido en la nueva obsesión de la Generación Z. Su trayectoria profesional ha escalado rápidamente desde que saltó a la fama en 2010 interpretando a Rocky Blue para la serie Shake it up y, desde entonces, su nombre ha copado los titulares de los periódicos y revistas más prestigiosos de todo el mundo.

El ascenso a la fama

Tras la emisión del último capítulo de Shake it up en 2013, Zendaya participó en algunos proyectos como la sitcom K.C. Agente Especial, también de Disney, o el programa Bailando con las estrellas, hasta que en 2017 su nombre comenzó a aparecer en todas partes tras el estreno de dos de sus películas más conocidas: El gran showman y Spider-Man: Homecoming. El Universo Cinematográfico de Marvel puso bajo los focos a la actriz, quien protagoniza, junto a Tom Holland, las nuevas entregas de la famosa saga.

Sin embargo, fue el personaje de Rue Bennett para la serie de HBO Euphoria el que aporta la nota de madurez y reconocimiento a la carrera de la actriz. Gracias a esta serie, Zendaya se alzaba el pasado septiembre con un Emmy a Mejor Actriz de Serie Dramática, con el reconocimiento especial de ser la mujer más joven de la historia en conseguirlo. Su interpretación en la recién estrenada Malcolm & Marie ha enfrentado a la actriz estadounidense a un público más adulto, del que solo ha recibido buenas críticas.

Referente de toda una generación

A pesar de haber sido elogiada por su versatilidad para conectar con cualquier audiencia, la fascinación que la actriz ejerce se ve especialmente reflejada en la llamada ´Generación Z`: aquellos nacidos desde mediados de los 90 hasta los 2000. Defensora de numerosas causas sociales, Zendaya habla abiertamente en sus redes sociales de cyberbulling, racismo, salud mental y desigualdad. Su activismo le ha granjeado la simpatía y admiración de la generación “más comprometida de la historia”, que ha valorado la valentía de la actriz al usar su voz para poner el foco de atención en estos temas de actualidad.

Y es que Zendaya no es solo un personaje influyente en cuanto a valores, sino que sus estilismos la han convertido en un verdadero icono de la moda: solo hay que ver las páginas y páginas de artículos que podemos encontrar sobre sus looks en revistas como Vogue, Glamour o Vanity Fair. El corsé-armadura de los Critics´ Choice Awards o su imitación al vestido de Cenicienta en la MET gala se convirtieron en virales, pero es su capacidad para llevar las últimas tendencias de forma natural lo que la acercan al público y la convierten en un referente de estilo.

Por otro lado, la serie Euphoria también ha contribuido a asociar a la actriz con la estética que mejor caracteriza a la Generación Z. La ficción plantea temas clásicos de la adolescencia (drogas, redes sociales, sexo, amor o amistad) desde una perspectiva actual, mostrando una realidad dura y descarnada sin romantizar ni minimizar las preocupaciones de los jóvenes. Como decía la directora de vestuario de la serie, Heidi Bivens, en una entrevista para Vogue: “Estamos entrando en un tiempo en el que la gente joven es extremadamente creativa y expresiva con su ropa y por eso creo que, en cierto modo, la serie se ha convertido en una inspiración”.

El vestuario de la serie sigue la estética vintage que impera entre la juventud actual, quienes rechazan cada vez más la fast fashion y abogan por un consumo responsable en todos los ámbitos de sus vidas. Además, el culto al maquillaje y la exploración de sus posibilidades creativas es un rasgo esencial de la Generación Z que la serie ha sabido plasmar eficazmente.