¿Tiempos de vender optimismo?

Portada de Optimismo y salud.
Portada de Optimismo y salud.
Vivíamos tiempos en los que vender optimismo estaba a la orden del día. Ahora necesitamos comprenderlo con libros como Optimismo y salud de Luis Rojas Marcos.

Desde hace unos años vender optimismo era la estrategia principal de algunas marcas, o incluso influencers. Mensajes cargados de positividad enlatada copaban tazas, camisetas, ilustraciones, portadas… pero esta vertiente ha parecido disminuir desde que el COVID-19 llegó a nuestras vidas. En realidad, quizás es el momento en el que más necesitamos coincienciarnos sobre la necesidad de cuidar nuestra energía para ver el lado más positivo del día a día. Eso sí, partiendo de una visión teórica y de la investigación médica sobre el optimismo, no como una imposición ni un estado constante en nuestra vida.

Pero, ¿qué dice la ciencia? Para acercarnos al lado de la investigación sobre optimismo el reputado psiquiatra Luis Rojas Marcos (máximo responsable durante 10 años de los servicios de saud mental de los hospitales de Nueva York), ha publicado un nuevo ensayo; Optimismo y salud (editorial Grijalbo) en el que trata “lo que la ciencia sabe de los beneficios del pensamiento positivo”.

El libro desglosa los factores que marcan el optimismo partiendo de la premisa de que la mayoría de las personas, a excepción de quienes padecen enfermedades mentales, no son pesimistas. El optimismo se presenta así como una vacuna contra la desesperanza, una medicina para la calidad de vida que, aunque no deja de estar marcada por genes que influyen en nuestra personalidad o por la sociedad en que vivimos (por ejemplo existe más optimismo en las sociedades democráticas), podemos trabajar a nivel personal.

Optimismo y salud no busca vender optimismo, sino que el lector sea capaz de identificar a través de diferentes situaciones, análisis e investigaciones los motivos que incluyen en los rasgos de la personalidad que contribuyen al bienestar emocional. Por ejemplo conversar con uno mismo o trabajar la introspección y el autocontrol llegando a encontrar el centro de control de nuestras decisiones; “pensar que el resultado está en nuestras manos nos ayuda a sentirnos protagonistas, a actuar con determinación y sentirnos mejor”.

Aunque la frase anterior pueda acercarse a la idea del optimismo que promueven algunos libros de autoayuda, en este texto estamos lejos de eso y mucho más cercanos a la perspectiva científica. Ya que Optimismo y salud parte de las investigaciones del doctor sobre los efectos preventivos y terapeúticos de la perspectiva optimista; teniendo muy presente el momento que vivimos con esta pandemia. Quizás uno de los aspectos que más influye en la mentalidad actual es cómo nos está empañando el futuro, cómo se emborronan los sueños que teníamos programados en una sociedad en la que estamos acostumbrados a realizarnos personalmente simeplemente pensando en los grandes planes que tenemos por vivir. Pero la capacidad de adaptación de nuestra especie ha dejado claro en toda la historia del homo sapiens que el miedo se supera.

Vender optimismo parece un acuerdo actual, el libro revisa la visión de algunos psicólogos antiguos que denostaban el pensamiento positivo como ya hacía Voltaire en 1759 con Cándido o el optimismo donde ridiculizaba la visión positiva del mundo. Pero el paso de los años, de las décadas, de los siglos, nos ha llevado a profundizar en el optimismo como una sensación marcada por múltiples conceptos. Desde la importancia de los recuerdos que guarda nuestra memoria marcando nuestro presente (normalmente recordamos antes momentos felices), a la relación entre mente y cuerpo, la importancia de las relaciones para nuestro bienestar social o la esperanza activa.

El optimismo no es una meta, no hay que olvidar lo que escribe Rojas Marcos; “un peligro de la glorificación cultural del optimismo es que puede convertirse para muchas personas en una tiranía y producirles un estado crónico de insatisfacción y decepción con ellos mismos, un efecto secundario que he observado durante mi carrera profesional en Nueva York”. Pero conocer más sobre cómo funciona el optimismo siempre generará un acercamiento a él.