¿Recuperación o explosión del mercado del arte?

Sala de subastas de Christie`s en 1808.
Sala de subastas de Christie`s en 1808.
Los datos se debaten entre confirmar que la burbuja del arte va a explotar y demostrar que el mercado vive su mejor momento.

En el entorno del arte la confusión se vive como un paradigma, nada tiene porqué ser lo que parece y, atendiendo a las últimas noticias, lo que parece es que el mercado del arte va a explotar; que cualquier pincel puede reventar la burbuja. Aunque, según la fuente, puede que estemos viviendo el mayor momento de recuperación.

“Gran parte del nuevo arte se producía en masa, era repetitivo y comercial, los coleccionistas lo compraban como inversión y lo almacenaban”, vaticinaba el periodista Ben Lewis en el documental La Gran burbuja del arte contemporáneo, grabado en 2009 y del que se deduce que el arte no está hecho para especular. Desde entonces todo parece continuar igual, “creo que veremos pagar mil millones de dólares por una obra de arte en esta época» predecían en la cinta. Siete años después no se ha alcanzado esa cifra, pero la última noticia al respecto llega a los 500 millones, concretaban 300 por un De Kooning y 200 por un Pollock, lo que los sitúa como las obras más caras vendidas en subasta. Era 2012 cuando algunos artículos sobre la explosión de este mercado situaban a ambos artistas como los más altos en precios con cifras de más de 100 millones de dólares; una previsión cumplida.

Del documental se extrae un dato llamativo, entre 2003 y 2008 el valor del arte contemporáneo se incrementó en un 800%. Fue precisamente en 2009 cuando se vivió un descenso en ventas que hoy se antoja ocasional, ya que la gráfica continuó subiendo en años sucesivos. Si ponemos la atención en España, que supone algo más del 1% del total mundial, y tomamos como datos los de 2015, se estimaba que la recuperación ya estaba aquí con aproximadamente 43,5 millones de euros en ventas, de los que el 60% procedían de ARCO.

Nu Couché, Modigliani
Nu Couché, Modigliani

Hace escasas semanas volvíamos a los titulares que copan los medios artísticos desde 2012; la burbuja va a explotar. Lo afirmaba The Guardian, que achacaba este cambio a la fatiga en el coleccionismo basándose en datos de la última Miami Art Basel, donde indican que las galerías percibieron más lentitud en las ventas. También a un descenso de coleccionistas y a la contracción de mercados como el asiático o el ruso. Ante el planteamiento de que los precios de las ventas impongan el estado del mercado, otro dato: a finales de 2015 se vendió un Modigliani por 170 millones de dólares, en aquel momento fue el segundo cuadro más caro de la historia vendido a través de subasta, pero en esa misma subasta realizada por Christie’s la mitad de las obras no se vendieron o lo hicieron por debajo del precio establecido. Modigliani se sumaba así al grupo de los artistas por cuyas obras más se ha pagado junto a Gauguin, Cézanne y Picasso. Todos ellos previos a la 1945, fecha del levantamiento del muro del arte moderno, ya que son los artistas contemporáneos los que ahora recaban el interés del coleccionismo.

Otros datos parecen señalar que el futuro presenta un cambio de escenario, de las galerías y casas de subastas al entorno online. Según el estudio Hiscox de 2015,este canal de venta ha crecido un 68% en un año situando su valor en los 2.640 millones de dólares.

Detrás de estos datos se encuentra la cara no medible, la del interés real por las obras artísticas, la del valor cultural que pueden aportar y la de que en un producto como el arte su esencia puede ser la mera transgresión.

Fotos: Thomas Rowlandson y Augustus Charles Pugin (CC) / Modigliani (CC)