¿Cómo influyen nuestras raíces en los procesos creativos? Esta pregunta, acotada a la nacionalidad portuguesa y al mundo del diseño, es el punto de partida de la recientemente inaugurada exposición de DIMAD en Matadero Madrid, Diseño en portugués. Formas de una identidad (1950-2015).
Hasta el próximo 27 de marzo y con entrada libre, la muestra recorrerá sesenta años de diseño portugués en 100 piezas de diseño de producto y gracias a la colaboración del Museo Mude de Lisboa. Su principal motivación es «comprender cómo las circunstancias geográficas de Portugal, la herencia histórica, la cultura, las tradiciones y la conciencia colectiva han influido y/o se reflejan en el pensamiento y en la obra de cada autor», además de conocer cómo se plasman en los diseños los conceptos de lugar, pertenencia, identidad y memoria.
La muestra, que tiene un mayor protagonismo del diseño entre en los años 1980 y 2014, recoge piezas de generaciones distintas, con procedencias y formación diferentes que la convierten en un espacio inclusivo y plural; en definitiva, una selección de objetos representativos de cada época que dialogarán entre sí.
Entre ellos, diseños de Carmo Valente, António Sena da Silva, António Garcia y Carlos Galamba para evocar la 1ª y 2ª Exposición de Diseño Portugués, del 1971 y 1973 respectivamente; así como el icónico aparador Hailey de Philip Alarcão o el estudio de Francisco Rocha, que recuerdan las actividades que desarrollaba Loja de Atalaya a finales de los años 1980 y 1990.