Si algo sobra en el sector cultural es creatividad. Por muy aplastante que sea la realidad, el ingenio de algunos profesionales y su consecuente éxito es una prueba de que existen Quijotes contemporáneos capaces de derrumbar cualquier molino. Aunque sea poquito a poco, arrancando las aspas una a una. Así han ido saliendo adelante los proyectos que participaron en el happening ‘Prácticas culturales nacidas del cambio’ del VII Curso de Gestión Cultural, organizado por la Universidad Carlos III y el Círculo de Bellas Artes.
En él, los creadores de Sandwich Mixto, Filmin, Entreacto y Microteatro presentaron sus ideas a un público que luego debía decidir cuál era el más original, rentable socialmente y/o con mayor viabilidad económica. Y demostraron que la muerte de las industrias culturales ni está ni se la espera:
Filmin
Nacieron en 2007 con la pretensión de ser ‘algo más que un videoclub on line’. Y lo consiguieron con creces: Filmin no es sólo una plataforma con más de 5000 piezas audiovisuales (entre películas, cortos y series), sino que además cuenta con un variado contenido editorial que engloba tanto noticias cinematográficas y reseñas como recomendaciones según el estado de ánimo (según si te apetece ‘recordar a tu ex pareja’, ver algo inquietante, exótico, o incluso comer una hamburguesa).
“Somos las alternativa de las multinacionales”, explica José Antonio de Luna, uno de sus fundadores, “queremos que haya un sitio legal y de calidad donde poder ver las películas”. Porque eso es lo que ofrece Filmin. Cine en su mayor parte independiente (con algún que otro estreno un poco más comercial), a un precio asequible (películas de 1’95 a 3’95 €) y de calidad (por ejemplo, todas sus largometrajes se pueden ver en versión original y subtituladas). Además, son partícipes de nuevas alternativas de negocio, como la que surgió con Carmina o revienta, el filme de Paco León que se estrenó simultáneamente en las salas e internet y que batió récords en la world wide web (30.000 vieron el estreno en la Red).
Sandwich Mixto
Con poco más de un año de vida (abrieron en abril de 2012), Sandwich Mixto cuenta en su haber con un conglomerado de prácticas culturales de lo más variopintas. Desde un estudio de diseño, pasando por talleres de rotulación, sesiones de dibujo o exposiciones, hasta conciertos y fiestas de disfraces, el proyecto se postula como un ‘espacio para la creatividad’ donde todo es posible. Situado entre una frutería y herboristería del Mercado de Anton Martín, el ‘Sandwich Mixto físico’ es un local en el que se venden publicaciones autoeditadas de artistas españoles y ‘pequeñas sorpresas culinarias’ como ‘un sandwich de queso de cabra con mermelada de caramelo de violeta o un pedazo de pastel de verduras’.
Muy en la línea del espíritu ‘Do It Yourself’, una de sus creadoras, Virginia de Diego, define el estilo de Sandwich Mixto como una regreso a lo de antes, a las publicaciones en papel, los rótulos a mano o las compras en la pescadería de toda la vida. “Quiero que la gente vuelva a comprar al mercado”, defiende Virginia, “la respuesta a todo lo que está pasando es la apuesta por lo local”.
Entreacto
Es, con diferencia, la práctica más experimental y efímera de las cuatro. Y es que Entreacto es un proyecto artístico que tuvo lugar el pasado 20 de mayo y gracias al que estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense tuvieron la oportunidad de ‘asaltar’ nueve galerías de la madrileña calle Doctor Fourquet. Como ya contamos en Nokton Magazine, entre las 17:00 y 21:00 h. los alumnos pudieron exponer sus instalaciones, fotografías, pinturas y vídeos, en una iniciativa que tiene como objetivo crear lazos de unión entre galerías y Universidad.
“Las galerías tenían que trabajar con los estudiantes igual que con sus artistas”, comenta la comisaría de Entreacto, Emilia García-Romeu. Por eso, es un proyecto que beneficia fundamentalmente a los estudiantes y cuyos organizadores quieren que se consolide en el futuro. Y, de momento, parece que lo van a conseguir: están editando un fanzine que recoja los proyectos de la primera edición, cuentan con el apoyo de una potente institución privada y a uno de los alumnos que expusieron le han ofrecido realizar una muestra con su obra.
httpv://www.youtube.com/watch?v=ownfTcKMliI
Microteatro
Probablemente el más conocido de todos, Microteatro surge en noviembre de 2009 en un antiguo prostíbulo de Madrid bajo el título de ‘Por dinero’. Durante dos semanas, se representaron obras de 10-15 minutos y el éxito fue tal, que acabaron instalándose en octubre de 2010 en una vieja carnicería donde, desde entonces, siguen con este formato de teatro breve y asequible. Un concepto escénico que han registrado y exportado, tanto a nivel nacional (Segovia) como internacional (Miami), y con el que han conseguido captar el interés de marcas como MasterCard, el canal de televisión Calle 13 y, recientemente, Stage Entertainment (preparan una programación de micromusicales para diciembre de este año). Sin embargo, y a pesar del triunfo de la iniciativa en cuanto a afluencia de público, los ingresos los consiguen fundamentalmente a través del bar.
Verónica Larios, una de las responsables de Microteatro, afirma que “la parte teatral del proyecto en sí no da dinero, lo que es rentable es el concepto”. Una rentabilidad que se ve en muchos aspectos, sobre todo en el social, como demuestran sus sesiones de Microdebut, en las que todos los martes dan la oportunidad a autores emergentes de mostrar sus producciones.
Fotos: Filmin/Sandwich Mixto/Microteatro