No quiero ser como el tipo de Mad Men

Llega la sexta temporada de Mad Men: vidas deslumbrantes por fuera, pero rotas por dentro.

 

 

¡Alerta, spoilers!

Creo que a muchos hombres les gustaría parecerse a Don Draper. En mi caso, lo único que tenemos en común el protagonista de Mad Men y yo es el hecho de ser bastante parcos en palabras. Y estoy conforme, porque Don no es para tanto.

La serie creada por Matthew Weiner ha comenzado su sexta temporada. En la que previsiblemente será la penúltima tanda de capítulos, la acción se sitúa entre los estertores de 1967 y un recién nacido 1968 que trae consigo una nueva etapa de infidelidades del bueno de Don. Pero el resto de personajes no se queda atrás, por supuesto: todos siguen con su estilo de vida cimentado en el dinero y el alcohol.

Lo curioso y bueno de Mad Men es que el devenir de la vida de los personajes responde a una lógica y realidad aplastante, lo cual, a la larga, pone en su sitio al publicista guaperas interpretado por Jon Hamm. La exmujer de Don, Betty, ofrece la evolución más significativa, parece ser la única que va a contracorriente; ha tocado fondo y parece que su frío y superficial carácter se va transformando, mientras que el resto del plantel no conoce el límite de la miseria existencial, si es que eso significa algo.

Don Draper
Don Draper, personaje protagonista de la serie

La apertura de la sociedad americana y la progresiva caída de los valores machistas (o el levantamiento del espíritu reivindicativo femenino, según se mire) resulta no ya en una aceptación de los personajes femeninos en el mundo masculino, sino en la aceptación femenina de los superficiales valores de los hombres de negocios. Sólo hay que ver a Joan y a Peggy, que a lo largo de las temporadas anteriores lucharon por hacerse un hueco en los despachos para acabar consiguiéndolo, ¡pero a qué precio!

El mismo precio que Don pagó años atrás, con un turbio pasado que lo ha convertido en un individuo podrido de dinero pero con serias carencias afectivas y una falta de empatía que le arrastran cada vez más lejos de sus seres queridos, buscando consuelo en lo material y los escarceos sexuales.

Por todo esto es por lo que no quiero ser como Don Draper. La felicidad low cost también existe.

La sexta temporada de Mad Men comenzó a emitirse en España a través de Canal+ el pasado 8 de abril.

Fotos: Michael Yarish/AMC