Mujeres con un par: I Festival La Macorina

La Sala Nudo Teatro homenajea con el I Festival La Macorina a todas esas mujeres que luchan para que la cultura salga adelante. Es decir, a las mujeres con un par.

Sube el IVA, quitan las ayudas y el consumo disminuye. Pero ellas esquivan las tres bombas y continúan con su lucha, con la cara al descubierto y sabiendo que pueden. No, no es el comienzo de una mala novela. Es la batalla diaria que libran las féminas a las que la Sala Nudo Teatro dedica este mes su I Festival La Macorina: un homenaje a mujeres que viven, han vivido (y vivirán) por y para la cultura. Es decir, a mujeres con un par.

Todas ellas participan en la primera edición de un festival que, a través de 17 compañías de toda España, ha llenado las tablas de un aroma femenino que atrae con sólo oler la historia de La Macorina, mujer que titula el evento. Porque La Macorina, como relata el director del proyecto y de la sala, Ángel Málaga, fue la primera cubana que obtuvo licencia de conducir y una belleza que “enamoró a ricos y poderosos diplomáticos y a artistas de todo el mundo”.

Obra 'Mi alma & Estudio sobre los intervalos' dentro del I Festival La Macorina. En cartel el 22 y 23 de marzo.
Obra ‘Mi alma & Estudio sobre los intervalos’ dentro del I Festival La Macorina. En cartel el 22 y 23 de marzo.

“La necesidad hizo que se dedicase a la prostitución de lujo y llegó a alcanzar, aparte de fama y popularidad, una gran fortuna. Tristemente murió en la miseria, teniendo que vender todas sus posesiones y terminando sus días en una habitación de alquiler de una humilde casa habanera”, explica el director del festival.

Málaga y su equipo tenían claro por qué el proyecto debía llevar el nombre de esta leyenda mulata: “Estamos acostumbrados a que los eventos se dediquen a personajes ilustres. Nos decidimos por La Macorina porque creemos que se lo merece como cualquier otra persona. Fue ilustre, en el mundo de la prostitución de altas esferas, pero ilustre, admirada, deseada y fuente de inspiración de artistas de la época.”

Y añade: “Para mí este personaje significa mucho: en muchos momentos he tenido que prostituirme para poder hacer lo que realmente me interesa en la vida. Prostituirme con trabajos de mierda, someterme a autoridades dudosas e inadmisibles… en palabras de uno de los personajes del dramaturgo Raúl Cortes: ‘cuando tengo que dar las gracias a las personas que me pisan por regalarme sus migajas: ¡muchas gracias, señor! Abro poco las piernas, pero soy más puta que ellas’”.

La Macorina, a la que el poeta Alfonso Camín dedicó unos versos que más tarde musicalizó Chavela Vargas, se convierte así en una suerte de metáfora de la cultura, igual que la primera, bella y obligada a prostituirse desde hace años. Menos mal que la segunda todavía tiene quien la salve. Esas mujeres, mujeres que participan en festivales 100 % autogestionados que salen adelante con la ayuda de artistas que aún se atreven a luchar. Es decir, mujeres con un par.

El I Festival La Macorina se celebra hasta el 31 de marzo en la Sala Nudo Teatro. Cuenta con el apoyo de la Revista Godot y Tequila Alacrán.
Programa del festival (PDF)
Foto: Sala Nudo Teatro

 

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