Fue la primera en poner una pica en Hollywood, aunque no hablase de inglés una palabra. Revivió en apenas dos títulos al malogrado cuplé, reinventando el género con un timbre grave y el fraseo susurrante de su voz. Capeó la censura; presagió los filtros de fotos con una media del número 9, color gris, de Christian Dior, sobre el objetivo de la cámara; y mudó de piel sin importar las veces que le cerraran el paso. Actriz, cantante, empresaria y productora, Sara Montiel poseyó una personalidad inconfundible y una presencia de rompe y rasga.
“La primera y casi la única gran diva del cine español”, como la describió el periodista y realizador Javier Rioyo, falleció hace una década. Desde hace siete años –solo con la interrupción de la pandemia- la actriz y directora Eva Manjón se ha volcado en homenajear su figura con una obra musical que recoge sus canciones más icónicas y la esencia de la mujer detrás del mito. Después de una gira de casi cuarenta ciudades, doce semanas en Madrid y diversos premios, Mi última noche con Sara dice adiós a los escenarios esta noche en el Teatro Principal de Alicante.
“A todos nos cuestan las despedidas, pero creo que hay que saber acabar y tenemos la suerte de hacerlo en uno de los teatros más prestigiosos de España y en fechas navideñas -comenta Manjón-. Estamos agradecidos y tenemos la satisfacción de que este proyecto ahora existe en el panorama histórico del musical en España”.
Artífice de la idea original junto a Miguel Padilla y a cargo de la dirección, Eva Manjón emprendió el proyecto invirtiendo sus propios ahorros y con el apoyo del director David Planell, autor del libreto, y el compositor Juanjo Molina en la dirección musical. La propia actriz fue la primera en interpretar a Sara Montiel en el espectáculo, un recorrido por las emociones y vivencias de una joven artista que aspira a obtener la carta de libertad de su discográfica. Una mujer inteligente, rompedora y magnética.
“No somos conscientes de la fuerza que tuvo en la época dorada. ¿Qué hubiera pasado con Marilyn Monroe si hubiera llegado a anciana? En España tenemos la mala costumbre de olvidar a los actores de nuestro cine clásico, al contrario que en EEUU. Cuando falleció Sara era la etapa de los biopics en televisión (la Duquesa de Alba, Rocío Jurado…). ¿A Sara Montiel no le iba a hacer nadie un homenaje? Así que me lie yo la manta a la cabeza”, afirma quien desde joven ha sentido una gran admiración por la intérprete de El último cuplé o La violetera.
Recuerda nítidamente el estreno en agosto de 2016 en Campo de Criptana, tierra natal de la artista. “Teníamos un juego de luces donde de pronto aparecía su figura. Entre que yo me parezco bastante en el cuerpo y la estructura de los huesos de la cara y que el vestido era una copia exacta, la gente decía “¡es ella!”. Una de las primas de Sara me comentó que yo era igualica”, comenta emocionada.
Mi última noche con Sara presenta a la estrella y la desprende de brillantina para conocer los rasgos más auténticos de María Antonia Abad, nombre originario de la artista que conquistó a personalidades de la cultura como Miguel Mihura, Gary Cooper o Anthony Mann. “Sara era todo lo contrario a esa diva glamourosa. Le gustaba cocinar pisto con huevos y gachas manchegas y, teniendo un gusto y una clase que no se podía aguantar, era más de pueblo que las amapolas. Llana, clara y castiza”.
Al tiempo del estreno, se involucró en el proyecto el productor Juan Carlos Parejo, lo que dio oxígeno a la obra y a Manjón, hasta el momento volcada en todos los frentes del montaje. Durante su maternidad, la actriz Guadalupe Lancho la relevó en la piel de la protagonista para, tras un tiempo en barbecho durante la pandemia, regresar en el último año con la cantante Nuria Fergó a la cabeza. “Estoy feliz con el trabajo de Nuria. Hace un esfuerzo titánico y un muy digno personaje. Lo bonito es que Nuria tiene su Sara como Guadalupe tuvo la suya y yo la mía”, explica Manjón.
La cantante y actriz malagueña, por su parte, confiesa que fue “una sorpresa y un regalo” recibir la propuesta de rendir tributo a Sara Montiel interpretándola en el espectáculo. “La admiro, consiguió sus objetivos con trabajo, esfuerzo y cabezonería. He encontrado similitudes con ella: Mujer independiente, con carácter, de ideas fijas… (ríe)”.
Al igual que la que fuese la actriz española más internacional, Nuria Fergó no se marca límites y se siente feliz de poder compaginar la música con otras facetas artísticas como la interpretación. “Creo que es genial crecer y evolucionar. No he buscado el camino actoral de forma consciente, pero ha ido surgiendo y yo lo abarco con total naturalidad. Estudio el papel, lo hago mío y proyecto lo que siento. ¿Por qué poner barreras a las nuevas oportunidades?”, se pregunta. Explica a continuación que su comprensión de la gran Saritísima no se ha basado en la imitación, lo que puede suscitar una caricatura, sino en acercar el personaje hacia sí misma. “Ha sido muy curioso a nivel vocal. He encontrado un registro de voz que tengo y no utilizaba y que suena diferente a cómo estáis acostumbrados a escucharme”.
La nerjeña adora interpretar Es mi hombre, pieza de la banda sonora de La violetera que desconocía antes de la gira y se siente muy arropada por sus compañeros de función, José Manuel Seda y Pablo Monteagudo, “dos actores como la copa de un pino”. Cuando se le pregunta por las dificultades de las mujeres de los años 50 y las del presente confirma sentirse aliviada de vivir en el S.XXI, y hace gala de su perseverancia y filosofía de vida. “Por eso hice mi disco de rancheras, no escuchando las voces que me decían “¡Estás loca! Este tipo de disco aquí en España…”. Mi objetivo era llevarlo a México. Gracias a Dios he hecho mi promoción allí y volveré para hacer conciertos. A Sara le costaría en su momento, a mí me está costando en este y a mi niña le costará en el suyo cuando sea más mayor, por lo que debemos utilizar nuestras herramientas, trabajar duro y creer en nosotras mismas para avanzar”.
La cantante, con veintidós años de carrera musical a sus espaldas, no puede evitar sentir algo de tristeza, tal vez nostalgia, de saber que esta será su última noche con Sara. “Pero ya se sabe que todo lo que empieza, acaba para traer cosas buenas”, apunta. Eva Manjón acopia sensaciones. “Siempre digo que será la penúltima. Quién asegura que no volvamos a retomar la obra en unos años…”. Cuando el telón baje esta noche, aún parpadearán los destellos. Entre el público y la artista cada historia que termina es un amor que permanece.
Mi última noche con Sara se despide de los escenarios este miércoles 27 de diciembre a las 20:00h en el Teatro Principal de Alicante.