El concepto Cultura Libre, aunque claro en su definición y noble en su planteamiento, no termina de encontrar su legítimo lugar entre una industria dedicada casi en exclusiva a fomentar el lucro y la competitividad y una concepción social confundida por los dictados comerciales y los intereses de algunos agentes. Si en una encuesta a pie de calle se preguntara a los ciudadanos sobre el significado de Cultura Libre, seguro que en la variedad de respuestas, probablemente unas más fundamentadas que otras, existiría un nexo común por el que pasarían términos como ‘gratis’, ‘universal’ o ‘alternativa’. No todo el mundo se sentirá cómodo con ellos, habrá quien no vea reflejada su definición de cultura en estas palabras o quien las crea insuficientes, pero lo cierto es que ellas son el esqueleto de las iniciativas que, ante la insuficiencia, ineficiencia y displicencia de los poderes públicos, velan actualmente por el acceso a la cultura de todos nosotros.
Entre estas iniciativas, de las que ya sabréis que Nokton Magazine es firme defensora, se encuentra la librería gratuita Más Libros Libres, que a principios de 2013 comenzó su andadura en la malagueña calle Ara gracias a la asociación de vecinos La Cooperación, cedente del local en el que el grupo de voluntarios que la regenta desarrolla su actividad. Es por aquí, por la solidaridad, por donde inician su vuelo las grandes ideas: “Nos unió la cultura y el querer hacer cosas con los vecinos. La respuesta ha sido buena, muchos se han acercado a nuestras instalaciones buscando libros”, nos cuenta Alberto Medina, coordinador de Más Libros Libres.
Más Libros Libres sigue la estela de librerías gratuitas como Book Thing, en Baltimore, y la Librería Libros Libres de Madrid, con las que no ha sido posible la colaboración. Según Medina: “En un comienzo quisimos ser una librería satélite de la madrileña, pero debido a las draconianas condiciones que no calzaban con el concepto de Cultura Libre decidimos iniciar la aventura en solitario. Sí tenemos contacto con otras librerías como la italiana Monteverdelegge”. En su mayor parte, los integrantes del equipo que gestiona Más Libros Libres se conocieron durante la puesta en marcha del proyecto. Son vecinos de diferentes barrios malagueños y con profesiones muy variadas, algunos desempleados, alejados a priori del mundo de la gestión y la comunicación cultural pero todos implicados con su ciudad y apasionados de la literatura. Tienen una máxima que se toman muy en serio y que es la esencia de su idea: En Más Libros Libres no se vende, ni se compra nada. Es una iniciativa social donde la cultura no se vende, se regala. Cualquier persona podrá llegar a la librería y llevarse lo que quiera. Pueden ser un libro, pueden ser dos, pueden ser cien. Y no se pedirá nada a cambio, ¡nunca!
Tan buena como la respuesta de los ciudadanos malagueños ha sido la de varias editoriales que están donando sus libros y colaborando con la librería, como El Centro Cultural Generación del 27 y la editorial de literatura brasileña Ambulantes. Como explica Medina: “Nunca esperamos donaciones, siempre es una buena sorpresa que las instituciones se involucren en el proyecto. En el caso de las editoriales es una oportunidad para que en tiempos de crisis den a conocer su extenso catálogo. También muchos escritores noveles nos han acercado sus obras”.
Pero, de nuevo, el camino para promocionar la Cultura Libre no está siempre despejado y Medina, como portavoz de su equipo, dedica su particular crítica a un organismo político en concreto y a muchos en general: “El concepto de Cultura Libre no es comprendido todavía por los políticos malagueños, que ponen trabas a la transmisión libre de cultura. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Málaga no permitió un recital de poemas de autores clásicos castellanos en la calle”.
Lejos de desanimarse ante trabas de este tipo, los responsables de Más Libros Libres amplían progresivamente su oferta cultural. Además de regalar los libros (también regalados) que se apilan en los estantes de su librería, Medina y sus compañeros – recordemos que todos voluntarios – programan en su sede actividades tan variadas como bookcrossing, clubes de lectura, ciclos de cine, charlas, recitales de poesía y hasta salidas senderistas. En cuanto al perfil de estas actividades y del público asistente, Medina señala: “El perfil es de lo más variopinto y los talleres son todos gratuitos. En el caso de las salidas senderistas merece la pena observar la cara de las personas cuando nos ven en las cumbres recitando a diferentes autores de la literatura”.
En esta estampa de literatura con un fondo de cielo despejado, Alberto Medina nos remite a Neruda para que recreemos una imagen: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. Y reivindica: “Porque la cultura gratuita y libre tiene el ‘precio’ de las trabas que nos ponen algunas instituciones municipales para llevar la cultura a los vecinos. Queremos que la cultura sea completamente accesible a los ciudadanos y que nadie se quede sin leer. Basta ya de la dictadura del encefalograma plano”.
Yo no podría terminar mejor. Más Libros Libres, por favor.
Fotos cedidas por Más Libros Libres.