Leonor Paqué, autora multigénero y activista: «Una sociedad con miedo permanece sujeta»

Portada de 'Una mujer de nada', Leonor Paqué.
Portada de 'Una mujer de nada', Leonor Paqué.
Hablamos con Leonor Paqué sobre sus novelas y sobre su activismo en pro del reconocimiento de los menores víctimas de abusos por parte de la Iglesia.

Leonor Paqué (Bilbao, 1963) es autora de cuatro novelas, amén de una larga lista de relatos. De todas ellas, confiesa que la que más disfrutó escribiendo fue la primera, que esperó muchos años en un cajón. Hoy, mientras nuevas ideas pugnan en su cabeza por acabar plasmadas en el papel, compagina esta labor con el activismo en pro del reconocimiento de los menores víctimas de abusos por parte de la Iglesia.

Nokton Magazine: Enfrentarte a un coloso como es la institución de la Iglesia católica debe de ser abrumador, ¿cómo lo vives?

Leonor Paqué: Con rabia. Con pena. Con estupor ante su resistencia a investigar su propia casa. Con inquietud ante su poder. Con la satisfacción de contribuir a lograr una respuesta digna.

NM: ¿Por qué cada pequeño paso que se propone en cuanto a memoria histórica se topa con tanta oposición? ¿Hay muchos intereses turbios detrás?

LP: Se remueven muchas cosas. El poder no rindió cuentas de sus desmanes durante cuatro décadas de dictadura. Es el mismo poder, personificado en muchos de sus descendientes, el que permanece en los intersticios de esta sociedad, en sus instituciones, en la educación, las universidades, las corporaciones… Fuimos educados en callar, no responder, obedecer, acatar. Una sociedad con miedo permanece sujeta. Interesa, y mucho. Los intereses son comunes, universales: ostentar el poder, económico, político, global. Lo turbio consiste en lo que son capaces de hacer para perpetuarse unos pocos que viven en el lujo y derroche, a costa de otros muchos que carecen de lo básico.

NM: Hablando sobre tu labor literaria, cuentas con 4 novelas publicadas, ¿cuál disfrutaste más escribiendo?

LP: Disfruté mucho escribiendo mi primera novela. Comencé a escribirla en mi veintena. Tardó veinte años en salir del cajón donde la guardaba, de donde la sacaba para nuevas correcciones, hasta que logré que fuera publicada, en 2010.

La segunda supuso una satisfacción distinta: la de llevar al papel un testimonio necesario y liberador, con el reto de que se trataba de la voz narradora de una niña. Ellas no usan adverbios ni frases largas, manifiestan su angustia interior con manifestaciones de dolor físico… Tuve que convertirme en una cría, de alguna manera, para lograr expresarme como ella. Adorable.

Me ha gustado escribir sobre amor entre un hombre y una mujer, entre mujeres… Esa vida que no es mía es un festín de sensaciones, de adrenalina apasionada.  De alguna manera, sientes lo que escribes, o para escribir necesitas sentir.

La novela que corrijo ahora, Sola conmigo, contiene escenas eróticas, que son muy difíciles, al menos para mí, y otras duras, de la propia existencia humana. Transcurre en un lugar al que escapo desde mi piso de Madrid. Eso me gusta. Y el juego. Juego todo el rato con el lector. Lo traslado a espacios físicos o emocionales que creo que le sorprenden. Hay una gran complicidad entre él y ella, que leen, y yo, mientras escribo.

Creo que la novela más ambiciosa, que escribí una vez tomé la decisión de abandonar el trabajo profesional convencional, es Lo que callamos. Es una novela que considero extraordinaria, que demanda sosiego y atención en su lectura. Es un desafío formal y de contenido. Frente a la ligereza de otras páginas, es un placer más intrincado.

NM: Has tocado temas tan dispares como la Guerra Civil, el mundo rural durante el franquismo, los años de plomo en el País Vasco, ¿qué historia te gustaría contar en un futuro próximo?

LP: La siguiente novela, que lleva tiempo aflorando y se empeña en asaltarme cuando paseo, mientras le ruego que aguarde, va a centrarse en las relaciones familiares. Ese universo que lo contiene todo, lo más bello y lo más demoledor.

Leonor Paqué.
Leonor Paqué.

NM: Lo que callamos cuenta una historia dura que requiere del perdón para continuar, ¿perdonar nos hace realmente libres?

LP: Creo que no alcanzo a entender de modo global qué representa, qué entendemos, qué es el perdón. Si lo que significa es que el odio no te pesa, no ocupa un lugar dentro de ti, el perdón es liberador.

NM: En Esa vida que no es mía, hablas sobre la ilusión de ser otro. ¿Quién sería Leonor Paqué si pudiera ser otra, u otro?

LP:  Ser otro u otra por un ratito estaría bien. Como un juego en el que te sumerges para retornar luego a quien realmente eres. Aunque quizá eso sea la literatura. Creo que en el sorteo de la vida no he salido mal parada. En lo físico, estoy sana en mi madurez y en la alforja cargo aún audacia, experiencia, herramientas… Y el cariño de los míos, que, a su vez, están viviendo sus vidas.

NM: Como lectora, ¿qué géneros te gusta leer?

LP: Durante mi adolescencia, vivía en un cortijo. La fuente de mis lecturas estaba en un bar de carretera que tenía cintas de casete en un expositor metálico y libros en otro. Más que de elegir género, se trataba de lograr leer. Y así ha sido siempre: leo lo que cae en mis manos, puedo leer de todo. Confío en que ese libro que me ha llegado lo ha hecho por algo, y lo leo. He dejado de angustiarme por tanto que no he leído a lo largo de mi vida y siento al libro como un compañero que va a estar siempre.

NM: ¿Qué consejo le darías a alguien que comienza a escribir?

LP: Leer. Para escribir, hay que leer mucho. Y confiar. Perseverar. Como cualquier oficio, escribir es una tarea que demanda tiempo y esfuerzo, dedicación, para alcanzar la belleza de lo bien realizado, lograr una cierta excelencia.

Leonor Paqué ha publicado hasta el momento las novelas: Esa vida que no es mía (2020), Lo que callamos (2018), En sus tibias manos (2015), y Una mujer de nada (2010). Es además, de novelista y activista en pro del reconocimiento de los menores víctimas de abusos por parte de la Iglesia, es creadora de la asociación Latiovisual Cultura.