Con los pies en el suelo no se piensa bien, o eso, al menos, es lo que le pasa a Agustina Guerrero. Esta argentina afincada en Barcelona ha hecho de dibujar sus experiencias diarias su modo de vida. La protagonista es La Volátil y desde este particular diario, Agustina plasma escenas de la vida cotidiana que, combinadas con una dosis muy alta de humor, le han valido para tener más de 200.000 seguidores por todo el planeta. La identificación con su protagonista la hace terriblemente adictiva y no hay viñeta en la que no puedas decir «¡esto me ha pasado a mí!»
Nokton Magazine: ¿Cuál es la historia de la Volátil, cómo empezó?
Agustina Guerrero: La Volátil empezó como un diario íntimo, muy personal, no pensaba mostrarlo. Ni siquiera me lo había planteado, simplemente era un diario ilustrado en vez de escrito. En esa época estaba muy centrada en otro tipo de ilustración, más oscura, totalmente diferente, no tenía nada que ver; hasta que un día llegué a mi casa y me lo habían robado todo y me quedé sin ordenador y sin mis trabajos. Sólo tenía los dibujos de la Volátil, así que decidí empezar a colgarlos en mi blog y me di cuenta que a la gente le gustaba y por eso he continuado, lo que creía que no le iba a interesar a nadie al final ha llegado a muchas personas.
N.M: ¿La Volátil es tu álter ego?
¡Claro, sí! La Volátil soy yo.
N.M: ¿Cómo es el proceso de creación de una viñeta, te «sale solo» o tardas mucho en crearlas?
A.G: Para mí es como dibujar rápido, es tener una idea y plasmarla y el dibujo tienen que ser simple y no rebuscado. Son ideas muy sencillas, muy de rutina, de las que nos pasan a diario y muchas veces ni les damos importancia. Creo que por eso generan empatía y a la gente les gustan. Intento apuntarlo todo para que las ideas no se me vayan de la cabeza porque suelen venir cuando estoy relajada y no pensando en crear. Después las ilustraciones las dibujo a mano, las escaneo y las coloreo en el ordenador.
N.M: ¿Cómo te surgen las ideas para todas las ilustraciones, siempre utilizas cosas de tu día a día?
A.G: La mayoría de cosas sí me han pasado, observo mucho y le echo un poco de exageración a todo. Todas las viñetas son pura exageración, la última de los ovarios no puede ser más exagerada pero así queda perfectamente claro lo mucho que pueden doler los ovarios. Es una de mis características, que soy extremadamente exagerada, de hecho hasta hace poco firmaba con un «Yo no miento, exagero». También así la idea llega más, las situaciones exageradas me hacen mucha gracia, el humor bebe mucho de la exageración.
N.M: ¿De dónde viene tu volatilidad?
A.G: Es una característica mía, el diario comenzó con ideas volátiles, además siempre me caractericé por no tener los pies en la tierra. Al no ser la Volátil un nombre propio me limita menos, el personaje es autobiográfico pero nunca sale mi nombre ni el de mi pareja, así puedo abarcar a más gente, puede ser cualquiera. Las viñetas que pasan con mi pareja, evidentemente somos él y yo pero al no ponernos un nombre quedan como los estereotipos de hombre y mujer.
N.M: ¿Es Barcelona una ciudad volátil?
A.G: Por supuesto, la primera viñeta del diario es: «Ya llegué a Barcelona». Barcelona cambió mi vida por completo, se respira arte por todos lados, si no tienes ideas sales a la calle y te vuelves a casa con un poco de inspiración.
N.M: En Abril salió el libro de Nina (Montena), una mini Volátil adolescente, ¿en qué otras proyectos estás embarcada?
A.G: Nina salió como la hermanita menor de la Volátil, dirigido a un público más joven. En abril del año que viene saldrá el libro de la Volátil (Lumen) que tengo muchísimas ganas de tenerlo en papel, será una recopilación de las viñetas ya conocidas y también habrá muchas inéditas, estará ordenado por temas.
Además dentro de poco voy a empezar con una amiga un blog culinario. (Es sorpresa no puedo decir mucho más).
Puedes conocer más sobre Agustina Guerrero en su web, su facebook y su tienda en etsy.
Ilustraciones: Agustina Guerrero (© todos los derechos reservados).
