Disfrutar de lo que nos apasiona hace mucho más llevadero el día a día, ya sea dedicándole un ratito cada día o teniendo nuestro momento semanal. Y entre esas pasiones de las que nos encanta disfrutar siempre está la música; ya sea escuchándola, creándola… o pinchándola.
Más allá de que no hay una buena fiesta sin Dj, esta profesión está llegando cada día a más gente y no solo por el gusto por la música, sino que la democratización de los componentes necesarios para disfrutar con ello lo está poniendo muy fácil. Tanto para quienes ya se dedican a ello, para los que solo tienen algún bolo ocasional, para los que disfrutan pinchando en casa o para amigos y, por supuesto, para los amateurs que están dando sus primeros pasos en este universo.
Sea cual sea tu objetivo si ya has comenzado a interesarte por el material necesario para ejecutarlo será muy probable que ya cuentes con alguna tienda de dj de confianza. De cualquier forma, dentro de todo el material que te vas a plantear ir adquiriendo para mejorar tus sesiones, y que comenzará seguramente por un ordenador y una controladora o un reproductor, hoy nos vamos a centrar en los monitores de estudio.
Dentro de todos los dispositivos que irás necesitando para aprender y disfrutar de tu tiempo como dj te vas a encontrar con los monitores de estudio que, como en cualquier otro producto, vas a encontrar en el mercado con una gran variedad de precios y características. Por ello lo principal antes de tomar cualquier decisión de compra es tener claro tu objetivo, no es lo mismo tomarlo como un hobbie que querer profesionalizarte, y por supuesto tu presupuesto.
Está claro que lo que buscas es un gran sonido y que es en este aspecto en el que los monitores de estudio te van a ayudar. Ya que suponen una gran diferencia con un altavoz habitual debido a que ofrecen una respuesta plana, un sonido sin alteraciones. Uno de los primeros pasos para escoger el más adecuado para ti es valorar el tamaño que necesitas en base al espacio del que dispones. Pero una de las grandes dudas va a llegar cuando tengas que escoger entre un monitor pasivo y uno activo. La diferencia radica en que el segundo tiene un amplificador interno. Aquí la elección dependerá por ejemplo de si quieres usar tu amplificador.
Comenzar poco a poco a indagar sobre los dispositivos que necesitas para crear tu propio estudio es casi igual de apasionante que transformar la música con tus manos.