La generación de las mudanzas

Las mudanzas han sido inherentes al ser humano casi desde que el hombre es hombre. Al menos desde que se hizo sedentario hace más de 10.000 años. El concepto de mudanza y la cantidad de ellas que se realizan a lo largo de la vida sí que han cambiado. Haciendo un acto de imaginación podemos suponer que en aquellas mudanzas de hace miles de años bastaba con moverse a otro lugar, seguramente cercano, y comenzar a construir y dar forma a un nuevo hogar. Hoy en algunas mudanzas recorremos miles de kilómetros y cargamos con muebles, libros, ropa, electrodomésticos…

Y nos movemos tanto que incluso podría hablarse de una generación de las mudanzas en la que guardar sus objetos en cajas, realizar un alquiler de guardamuebles o buscar una furgoneta para trasladarlo todo es casi un acto rutinario. Al menos así lo dicen los datos que confirman que la generación Millennial se muda de media 4 veces en su vida mientras que la generación Baby boomer lo hace 3,37 veces de media.

Por tanto esta generación de las mudanzas ha aprendido a cambiar de hogar de forma más fácil, con múltiples recursos a su alrededor y mucha información en redes sociales e Internet con consejos para que las mudanzas sean más llevaderas. Porque no hay que olvidar que varios estudios han confirmado que las mudanzas pueden generar ansiedad y estrés. Aunque en el horizonte se encuentre un nuevo hogar en el que tenemos muchas ganas de instalarnos el proceso de recoger todas nuestras pertenencias, trasladarlas y reubicarlas no suele ser tarea fácil.

Es difícil hacer una mudanza sencilla, pero desde luego hay muchos tips para realizarla de la forma más rápida y ágil posible. Si la economía lo permite el primero de ellos es contratar a una empresa de mudanzas pero, si esto no es posible, también hay trucos para que realizarla uno mismo resulte más cómodo.

Lo primero es, como en muchas otras áreas de la vida, no dejarlo para el último momento. Cuanto antes podamos empezar a empaquetar nuestros objetos, empezando por los que no son de uso diario, antes empezaremos a ver avances. Pero tampoco se trata de empezar a lo loco, piensa antes de ponerte a ello qué tipo de cajas necesitas (por ejemplo hay cajas con barra para guardar la ropa directamente en perchas) y organiza el orden en el que vas a guardarlo todo (separando por ejemplo las cajas por habitaciones). Y, por supuesto, marca en el exterior de cada caja su contenido.

Una vez tengas todas tus cajas preparadas y ubicadas piensa en cómo vas a ubicarlas a tu nuevo hogar. Limpia antes de comenzar a introducir las cajas de mudanza y piensa con tiempo si todo lo que tienes puedes (o quieres) trasladarlo. Si no es así, ya sea porque no tienes tanto espacio en tu nueva casa o porque hay determinados objetos que no te son necesarios en el momento, la opción de alquilar un trastero o guardamuebles será tu aliada. Si vas a hacerlo, piensa en las comodidades que necesitas en ellos; como que tenga acceso directo con vehículo, que el horario sea amplio y que el alquiler sea flexible.

Cuando llegue el momento de ubicar toda tu mudanza en el nuevo hogar recuerda que las prisas no son buenas y que lo mejor es ir disponiendo primero los artículos más necesario, será más fácil si has preparado una maleta con lo imprescindible por separado del resto de cajas, y que con el tiempo todo volverá a tomar su forma.