Hablamos con Marco Missiroli que publica Tenerlo todo: “decir las cosas como son a menudo significa desafiar a la literatura”

'Tenerlo todo', última novela de Marco Missiroli.
'Tenerlo todo', última novela de Marco Missiroli.
Hablamos con el premiado escritor Marco Missiroli que acaba de publicar 'Tenerlo todo'.

Tras el éxito internacional de la novela Fidelidad (que Netflix desarrolló en serie) el premiado autor Marco Missiroli regresa con Tenerlo todo (Duomo ediciones). En esta obra navega por las relaciones paternofiliales, las adicciones y los regresos a las raíces generando un clima único que atraviesa al lector.

Hablamos con Missiroli sobre esta novela y el resto de su trayectoria. Se muestra confiado en que lazos con nuestros orígenes acaban por volver.

Nokton Magazine: Tras leer Tenerlo todo queda un poso de melancolía. De mezcla entre quienes han vivido y quienes viven. ¿Qué emoción te gustaría que perviviese en el lector cuando cierra el libro?  

Marco Missiroli: Ojalá hubiera una emoción de autodescubrimiento. Una especie de asombro por el que quienes han leído Tenerlo todo sienten una forma de retomar sus vidas porque sienten que aún pueden estar a tiempo. Porque la melancolía a veces también significa fuerza. 

NM: Por otro lado las complicidades entre padres e hijos recorren toda la obra, tanto en los recuerdos de la niñez del protagonista como en esos padres que asumen en silencio una adicción. ¿Consideras que la sociedad actual continúamanteniendo estas complicidades familiares? 

MM: Yo creo que no. Creo que la sociedad actual ha traído nuevas formas de estar juntos que no tienen nada que ver con los auténticos vínculos del pasado. Pero hay una salida: en determinados momentos de la vida esos lazos vuelven y hay que estar preparado para ello. Como le ocurre al protagonista.  

NM: De hecho tus novelas parecen vertebradas por las relaciones familiares, ¿es un tema que te interesa explorar o es el mejor punto de partida para hacernos vivir escenas relativamente cotidianas? 

MM: Es el punto de partida y el punto de llegada. En medio hay un viaje de soledad que tal vez sirva para tomar conciencia del mundo exterior y del mundo interior que nos hace ser verdaderamente nosotros mismos.  

NM: Tenerlo todo se ubica en Rímini, que es tu ciudad natal y, aunque no se entre en descripciones, se bebe una calma particular. ¿Cuánta relevancia tiene el elegir esta ciudad para ubicar la historia? 

MM: Fundamental porque me reconecta con un sentido de la verdad que espero que la escritura haya absorbido. Partir de las propias raíces significa tener el valor de decir las cosas como son. Y decir las cosas como son a menudo significa desafiar a la literatura. 

NM: Un tema relevante durante la novela es la adicción al juego. Un tema que además está perfectamente retratado, ¿ha conllevado algún proceso de documentación? 

MM: Es autobiográfico. Fui jugador durante cuatro años de mi vida. Entonces lo escribía todo, así que lo que cuento es un proceso secreto y auténtico de mi vida. 

NM: Las costumbres (ya sean esas recetas, ese baile, esas formas de actuar…) estructuran muchas de las escenas consiguiendo que el lector se transporte al momento. ¿Cuánto quedará de esas costumbres en las generaciones del futuro?

MM: Pocos. Porque la distracción de la tecnología y el «nuevo» mundo es implacable y distrae de las raíces. Pero confío en que habrá un redescubrimiento de los orígenes. 

NM: Respecto a tus anteriores trabajos cabe resaltar el éxito de Netflix tras llevar a la pantalla tu novela Fidelidad. ¿Cómo se vive al ver transformada la novela a formato audiovisual?

MM: Es curioso y, en su propio mundo, asombroso. La disfruté, cogí una bolsa grande de palomitas y vi la serie, sonriendo cada vez que veía una diferencia con respecto al libro. Pero un libro es un libro, una película es una película. A cada cual su naturaleza.