Gloria Llatser, autora de «Los secretos no se puede enterrar»: «Me obsesiona la parte oculta de las personas»

Gloria Llatser está muy interesada en descubrir qué hay de verdad y qué hay de apariencia en las personas. Gloria proviene de un pasado empresarial de éxito (que dura hoy) y ha pasado por departamentos, también, de RRHH en donde ha podido evaluar muy bien a las personas y, aún así, siempre, según nos cuenta a continuación, le asaltaba la duda de cuáles de las cosas que se contaban serían una proyección de la imagen que querían dar.

No nos sorprende, entonces, que se haya embarcado en la escritura de una novela que se titula Los secretos no se pueden enterrar y que esta esté gustando tanto entre los lectores. Pues todos tenemos secretos. Por eso vamos a hablar con Gloria sobre ello, mientras ella nos evalúa a fondo… 😛

Nokton Magazine: ¿Qué inspiró la trama de Los secretos no se pueden enterrar

Gloria Llatser: Cuando tenía unos diez años coincidí en una comunión de una prima con otros primos que no conocía y que supuestamente eran primos míos también. Entonces descubrí que mi padre tenía una hermana de la que yo desconocía su existencia. Desde ese momento desarrollé un interés descomunal por lo que yace bajo la superficie de las personas. Somos seres complejos, y a menudo, las apariencias pueden engañarnos. Quería explorar cómo los secretos pueden tejerse entre las capas de la vida cotidiana, transformando las relaciones y llevando a los personajes por caminos inesperados. Me intrigaba la idea de que incluso aquellos que creemos conocer bien, como son nuestros padres, pueden ocultar partes de sí mismos que ni siquiera imaginamos.

NM: Cuéntanos un poquito el argumento del libro…

GL: En el centro de la trama está Erika, una joven que se da cuenta de que guardar secretos no solo es cosa de los adolescentes rebeldes, sino que hasta sus propios padres esconden misterios oscuros. Mientras se sumerge en su búsqueda personal de la verdad, va destapando secretos familiares que hacen temblar los cimientos de la confianza. Una anécdota de cuando era pequeña, una muerte cuyas circunstancias son extremadamente crípticas, algo encontrado en un lugar impensable de su casa… Todo eso conduce a Erika a sospechar que sus padres ocultan algo demasiado importante, que le ha podido afectar directamente e incluso a la relación que tienen ellos ahora. Así que se lanza a averiguar más para disponer de toda la información que le permita encarar a sus padres y pedirles explicaciones. Pero ese camino hacia la verdad es una espiral en la que se enreda un secreto tras otro, nuevas muertes, personajes inesperados y un terrible descubrimiento.

El libro te engancha con sorpresas y giros que nunca esperas. Te metes en la montaña rusa emocional de la protagonista, sintiendo su confusión, su dolor y su determinación por encontrar respuestas. 

NM: ¿Qué aspectos de la historia crees que resonarán más con los lectores?

GL: Yo tengo hijos adolescentes, y es una de las etapas más difíciles tanto para los padres como para los hijos. Creo que esa parte se explora muy bien y, aunque las situaciones que cuento en la novela son extremas, estoy convencida de que muchas resonarán en los lectores.

NM: ¿Cómo desarrollaste los personajes principales y sus relaciones? 

GL: Entro muy a fondo en cada personaje de mis novelas. Les trazo una vida, una historia, unos miedos, unas frustraciones y para hacer esto suelo fijarme en personas de mi entorno y los llevo al extremo. A partir de ahí someto a esos personajes a situaciones límite y pienso cómo reaccionaría la persona de referencia ante la situación que planteo.

La parte de las relaciones ha sido más complicada. Es una novela llena de personajes y de historias dentro de la historia, hacer que todo case ha sido una labor muy metódica para que esas relaciones en apariencia casuales tengan un sentido, un objetivo y aporten profundidad a la trama.

NM: ¿Por qué hablar sobre secretos en esta novela? 

GL: Es que me obsesiona la parte oculta de las personas, que hay de verdad o qué hay de apariencia. Durante muchos años me he dedicado a los RRHH y en las entrevistas nos obsesionamos por averiguar qué cuenta un candidato que es verdad y qué cuenta para proyectar una imagen de sí mismo, o para encajar en lo que cree que estamos buscando. Como digo en la novela nos gusta tener una imagen nítida de quienes somos, o mejor dicho nos gusta mostrar una imagen nítida de quienes somos, y eso nos lleva a ocultar. Hay cosas que es mejor que no se sepan, piensa mucha gente. Es un mundo fascinante y quería explorarlo en clave de ficción.

 NM: ¿Hay algún mensaje o tema central que esperas que los lectores encuentren en tu libro? 

GL: Creo que el título lo dice todo, Los secretos no se pueden enterrar. Por mucho empeño que pongamos en ocultar cualquier cosa, todo se acaba descubriendo.

Y que las apariencias engañan, nunca nos podemos quedar en la capa superficial de las cosas o las personas, porque no sabemos qué hay debajo de esa fachada, qué situaciones ha tenido que afrontar esa persona que la ha convertido en lo que es. Con relación a este tema el lector se encontrará con interesantes sorpresas.

NM: ¿Lo más difícil de escribir esta novela?

GL: En la novela hay anidada una subtrama que raya lo surrealista, por lo exagerado y por lo que sorprende descubrir esa trama. Encajar algo tan rayano lo surrealista ha sido un reto enorme para que encaje sin darte cuenta y que solo al final te lleves un susto tremendo al resolver esa trama.

NM: ¿Hay algún personaje en particular con el que te identifiques? 

GL: Creo que Erika tiene mucho de la Gloria que yo era de adolescente. Con una curiosidad ferviente, con un afán luchar por las igualdades sociales, tremendamente temeraria en mis acciones. He proyectado mucho de mi yo adolescente en esa Erika.

NM: ¿Tu próxima novela tiene alguna relación con esta?

GL: No, no he planteado una continuidad.

NM: Y, para finalizar, ¿en qué género la encajamos, Gloria? ¿Por qué?

GL: Creo que la novela encaja en el thriller porque mantiene en todo momento una alta tensión emocional y una trama llena de giros inesperados.