‘Flâneuse’: Cómo conquistar los espacios públicos a golpe de caminata

¿Son seguros los espacios públicos? ¿Cómo es pasear por las ciudades sin miedo? 'Flâneuse', es la paseante que nos reta a caminar sin preocupación.

La palabra Flâneuse no existía como tal en francés, el Flaneur es el paseante – hombre – que recorre las calles sin rumbo fijo, solo por el placer de contemplar la ciudad, de pararse en cada esquina, en cada café o en los millones de recovecos o lugares bonitos y agradables por donde fuera pasando. Esta labor, aparentemente no debería tener un género en sí mismo, pero las ciudades nunca han sido de las mujeres. Nuestro espacio siempre ha quedado reducido a lo privado, por ello como dice la escritora Lauren Elkin en ‘Flâneuse’ (Malpaso Ediciones), aún debemos conquistar los espacios públicos, porque ¿cuántas veces has cruzado de acera o simplemente rodeado y hecho un camino más largo para no pasar por un callejón?

El espacio público tiene que ser seguro para todo el mundo pero nunca ha sido así, si preguntas a hombres te dirán que ellos nunca han sentido ese miedo, de hecho pueden saber cómo es el miedo a pasar por un espacio público en el que les puedan, por ejemplo, increpar, o directamente matar pero nunca sabrán cómo es el miedo a que te puedan violar solo por ser mujer.

Florencia 1951. ‘Unwanted attention’.

«Elkin hace un recorrido literal y metafórico de las ciudades en las que ha vivido y, a través de sus paseos, nos descubre una nueva mirada y reivindica la experiencia singular de pasear siendo mujer. Parte del detalle más nimio a la observación más amplia, toma notas de su propia experiencia y las entrelaza con las de otras artistas, escritoras, cineastas y periodistas a las que admira y cuyas miradas han formado y transformado a la propia autora», cuentan desde la editorial.

Esta autora se propueso desde hace mucho tiempo, que las ciudades estaban para recorrerlas a pie, para disfrutar de largos paseos donde no importase el rumbo o el recorrido, solo el hecho de caminar por el placer de hacerlo. De esta manera, va relatando cómo se mudó a Nueva York para ir a la Universidad y descubrió un nuevo mundo urbanizado y así sucesivamente en París, donde reside habitualmente, en Venecia, Tokio o Londres.  Además, Elkin va haciendo un mapa de las ciudades a través de personas o personajes – ya sean de ficción o realidad – a los que admira. Vemos París a través de la cineasta francesa Agnès Varda en la película Cléo de 5 à 7,  Tokio con el personaje que encarna Scarlett Johansson en Lost in translation o Londres en todos su esplendor gracias a la vida y obra de Virginia Woolf.

Ensayo, memorias y denuncia se dan cita en este volumen imprescindible para conocer un poco mejor, de la mano de una escritora, cómo los espacios que deberían ser de todo el mundo quedan relegados solo a unos pocos. Por ello la flâneuse, la paseante, es importante a la hora de concebir cómo deberían ser las ciudades, sus caminos, sus aceras, sus parques o sus sistemas de transporte público. Todo importa cuando estamos en la calle.

Foto de una paseante en París en 1936.