Probablemente lleves unas semanas encontrando noticias y artículos sobre la nueva Ley Antifraude, que se aprobó hace unos años y en breve comenzará a aplicarse, que conlleva un cambio en la gestión de la facturación para empresas y autónomos. Si estás en uno de estos dos grupos es posible que ya te estés informando para adaptar tus procedimientos a los nuevos requerimientos de esta ley del fraude fiscal cuyo incumplimiento, a partir del 1 de julio de 2025, podrá generar sanciones que podrían ir desde los 50.000 a los 150.000€.
Para comenzar a adentrarnos en esta nueva normativa el primer paso radica en conocer la base de la ley. Y es que esta nueva Ley Antifraude (de la que también encontrarás referencias bajo la denominación de ‘Ley Crea y Crece’) es una modificación de la ya existente Ley General Tributaria, y forma parte de las medidas presentadas por el Gobierno en el BOE del 10 de julio de 2021 en relación a la prevención y lucha contra el fraude fiscal. Como resumen muy general podría decirse que afecta a los procesos de facturación en todos sus ámbitos, tanto a la gestión interna como a las tareas realizadas a través de programas de contabilidad. Y, como podrás suponer por su nombre, el objetivo por el que se ha implantado es conseguir que dejen de existir soluciones informáticas que permitan manipular o modificar los datos relacionados con la facturación.
Por tanto en los próximos meses las empresas y autónomos están obligados a adaptarse a las nuevas medidas con acciones como incluir la factura electrónica en su día a día y familiarizarse con el uso de VeriFactu, un sistema que permite verificar la emisión de facturas consiguiendo que se cree un registro por cada una y que llegue directamente a Hacienda. Es cierto que introducir nuevos pasos en la cotidianidad laboral puede generar cierto rechazo en un comienzo, pero hay que tener presente que esta nueva ley genera diferentes beneficios que van desde una mayor transparencia fiscal hasta la simplificación de procesos administrativos. Teniendo también en cuenta que es un paso relevante en la lucha contra la evasión fiscal y a favor de la información económica.
A la hora de plantearse esta transición hacia la facturación electrónica y conseguir realizarla de modo exitoso el primer paso es tener claro si el software de facturación o contabilidad que el autónomo o la empresa está utilizando permite este sistema de factura electrónica en el que la factura debe de incluir un código QR además de permitir que se envíen a la Administración Pública de forma automatizada. Por ello antes de realizar cualquier otro movimiento contacta con el soporte de tu programa de contabilidad o, si careces de él o no ha aplicado estas nuevas necesidades, valora la opción de encontrar uno que se adapte a la nueva ley.
Es probable, como con cualquier cambio administrativo, que al principio se generen diferentes dudas e incluso que cause cierto rechazo al cambio. Sin embargo la creación de estas medidas es un punto positivo para la economía y aun queda tiempo para que la transición a este modelo no resulte demasiado complicada.