Entrevista a Carolina Velasco #JefazaAlHabla

Carolina Velasco.
Carolina Velasco.
Entrevista a Carolina Velasco, autora del libro "Tour Vértigo” (Ediciones Walden), en la sección #JefazaAlHabla hablando de literatura, arte y música.

Carolina Velasco ha escrito un libro clave para entender la cara oculta de la escena musical. Tour Vértigo (Ediciones Walden) recoge testimonios de diferentes grupos musicales que cuentan su día a día, una visión realista alejada de la imagen estereotipada que solemos tener de la música. Con una increíble experiencia como periodista freelance, aprovechamos el lanzamiento de su libro para hablar de su visión de la industria musical (y de paso, de la periodística).

Nokton Magazine: Leyendo  Tour Vértigo la sensación que me queda es del agotamiento psicológico y físico de todos los grupos de música. Nadie se está haciendo millonario y el desgaste parece cada vez mayor. La pregunta inevitable es, ¿cómo surgió el proyecto?

Carolina Velasco: Pasé muchos años entrevistando a grupos, o viéndoles montando y desmontando equipo antes de los conciertos en la sala Barbarella, también tengo varios amigos con grupos… y ver todos los entresijos desde dentro te da una perspectiva que no coincide con la de las películas clásicas. Es mucho más «romántico» quedarse con todo lo que nos han hecho creer en películas y libros toda la vida, pero la realidad es mucho más prosaica, y me parece interesante. Creo que además está bien no ver a un artista como un demiurgo intocable, si sabes que tiene malos días, que su rutina puede ser tan dura como la tuya o que no tiene ingresos millonarios, empatizas más: a mí me parece mucho más heroico salir a tocar después de conducir cientos de kilómetros que tener un séquito que hace todo por ti.

NM: Al principio de tu libro usas una cita de Oscar Wilde («El arte es la forma más intensa del individualismo que el mundo ha conocido») para hablar del proceso artístico. ¿Consideras el proyecto artístico puede seguir siendo algo privado el mundo hiperconectado de 2019?

CV: Absolutamente, el proceso creativo sigue muy individual, incluso en los casos de los grupos, hay luchas por mantener unas visiones determinadas. La creación parte de una idea que puede tener su origen en el exterior, pero todo el proceso de escribir, componer, pintar… se sigue haciendo en solitario. Otra cosa es que se tenga en cuenta la recepción del público, porque ahora tenemos la opinión ajena de forma inmediata, pero a la hora de encerrarte a escribir un disco o un libro o lo que sea sigues estando solo.

NM: Una de las cosas que más me sorprendieron fue la capacidad de los artistas de expresarse con tanta honestidad.  ¿Te sorprendió algún grupo en particular por sus respuestas?

CV: A mí también me sorprendió, y para bien, la honestidad de tantos. Creo que no estar de promo y que en muchos casos no estuvieran involucrados ni sellos ni agentes ayudó bastante, pero creo que lo que más me llamó la atención es la manía que tienen a la prensa, que la sospechas, pero que no esperas que sea tan profunda, o que muchos grupos hayan logrado aguantarse tantos años pese a lo difícil que es la convivencia para todos. El resto lo podía imaginar a la vista de los motivos que me llevaron a escribir el libro.

NM: Algunos artistas hablan del hecho de que la música ya no se escucha de manera pasiva sino que todos somos creadores: todos escribimos, queremos que nos publiquen, escuchen… Esto casi podría aplicarse a cualquier sector de la industria del ocio, desde la literatura pasando por la música. De nuevo, hay una idea de lucha constante, de todo el mundo corriendo por tener la atención de la gente. ¿Cuáles son las consecuencias de todo esto, en tu opinión, a corto plazo?

CV: Creo que todos crean con la idea de que alguien les escuche, lea, vea… otra cosa es que ahora sea más fácil hacerse oír porque cualquiera puede publicar algo, otra cosa distinta ya es que eso despierte interés, claro. Y también creo que sigue habiendo quien consume todo de forma pasiva. No creo que sea algo nuevo, creo que los medios de producción cultural están al alcance de más gente que hace cien años, pero el afán de crear lo tiene casi todo el mundo desde el principio de los tiempos.

A corto plazo la consecuencia obvia es que cualquiera puede componer y publicar aunque no tenga grandes recursos financieros o logísticos, se ha democratizado por completo el acceso a distribuir lo que se crea.

NM: ¿Qué te hizo mudarte a Berlín para trabajar allí?

CV: Una combinación de factores, pero el hartazgo con la crisis, la precariedad y el ambiente sociopolítico (Madrid se convirtió en una ciudad muy triste y muy gris mientras los políticos se llenaban la boca hablando de brotes verdes) me decidieron a buscar trabajo directamente fuera de España. Berlín me enamoró desde que la pisé en 2004, y siempre me quedó la cosa de querer vivir aquí, así que cuando me ofrecieron un trabajo no me lo pensé ni medio minuto.

NM: Pregunta de inmigrante a inmigrante. Ser periodista en Berlín en contra de ser periodista en España. Pros y contras.

CV: La principal  diferencia parte de que ya no es mi principal forma de sustento, así que elijo bastante qué escribo y me puedo permitir el lujo de decir que no a según qué temas o condiciones que no me gustan (pagos paupérrimos o tardíos, por ejemplo). La ventaja es la misma que el inconveniente: vivir fuera te da una perspectiva más rica y tienes acceso a temas que no tendrías en España.

Muchos medios siguen queriendo temas que tengan que ver con lo local, y todo lo que pase más allá de los Pirineos les interesa poco o nada.

La muleta del «necesito una percha de algo que pase en España» es una constante, o «necesito un español que haya mordido a un perro, no me vale que sea un alemán aunque sea el único del mundo». También te vuelves más crítica, y me da mucho coraje que los medios ahorren dinero en corresponsales y publiquen cosas que podrían estar mejor explicadas si las hubiera escrito cualquiera de los múltiples periodistas españoles que vive donde pasa la noticia. Seguro que tú también te habrás llevado las manos a la cabeza leyendo las cosas que se escriben de Londres en medios españoles por gente que está sentada en una redacción escribiendo noticias a granel. No es culpa del periodista, es culpa de un sistema que prefiere ahorrar en corresponsales y que tienen a los redactores escribiendo del tiempo, de lo último de Madonna y del Brexit a la vez.

NM: Freelance de periodismo cultural en España. ¿Le ves futuro a esta profesión? 

CV: No. Si ya es difícil llegar a fin de mes siendo periodista, serlo solo de cultura es imposible sin un segundo trabajo o una pareja que te apoye financieramente. Cuando empecé se pagaba mucho más por las reseñas y entrevistas, no es que se pague lo mismo, es que se paga menos.  O la cosa cambia mucho, o dedicarse al periodismo cultural será un hobby o un trabajo sólo al alcance de una élite con dinero que se puede permitir vivir de eso, y claro, si es la élite la que escribe sobre cultura, podemos imaginar el resultado…

Playlist en Spotfiy del libro: