Abordar los retos que le deparan al arte en la actualidad digital ya es una tarea complicada. Si a los retos le sumamos las perspectivas, los cambios en la comprensión estética o la relación con la exclusividad el engranaje se transforma en una complicada pieza de lujo. Sin embargo, sí hay una posibilidad de acercarse a él de forma amena. A través del libro que acaba de publicar Filosofía&Co El arte en la era digital.
El arte en la era digital (editado por Javier Correa Román y Julia Isasti) se compone de varios ensayos, relatos, poemas y entrevistas de diferentes autores que giran en torno a ideas y conceptos que atañen al arte actual con el objetivo de plantear al lector un escenario que no es otro que el presente. Un escenario que, según va diseccionando el libro, vemos como está aún en un proceso de adaptación en el que todavía es posible plantearse cómo abordarlo.
Todo parte de los retos que se presentan en el mundo del arte a través de la red. Y, a raíz de ahí, los textos que conforman esta obra van planteando preguntas con la suficiente información para que el lector pueda reflexionar sobre sus propias conclusiones. Personalmente una idea que no dejaba de surgirme mientras leía era si actualmente existe alguna rama del arte que pueda quedarse fuera de la reproductibilidad que ofrece este universo digital. Pero son muchos los análisis que se realizan sobre este cambio y, con ellos, muchas preguntas por plantear.
Una de las primeras que nos encontramos es la que incide en que el arte ya no es exclusividad de los museos y las colecciones privada, de que hace tiempo que llegó a las redes sociales, las páginas webs e incluso los streamings. Lo que supone una búsqueda de respuestas en torno a la democratización que esto genera, pero también respecto a la sobresaturación que conlleva. La reflexión sobre una pieza artística se vuelve a menudo minúscula cuando se plantea al deslizar un dedo por el móvil sin reparar en el detalle, más por costumbre que por verdadera curiosidad. Porque, como comentan también en el libro, no se trata solo de consumir. Sino de consumir “bien”. Y la perspectiva para reflexionar sobre esta cuestión no radica solo en el espectador, también las nuevas tecnologías pueden condicionar al artista en su inspiración o en su promoción.
Así, a través de los escritos que componen esta obra, se van planteando las diferentes perspectivas del arte (mirada, exhibición, comercialización, dinamización…) y su relación con la actualidad. Están por ejemplo también muy presentes las menciones a artistas contemporáneos, también los que trabajan en formatos digitales o han realizado acciones desatacadas. Incluso a algunos que se están lanzando a crear en TikTok.
Citando la introducción de El arte en la era digital “la mirada y su relación con la estética, el arte y su historia, ha cambiado progresivamente a través de los siglos, llevándonos hacia una mirada que debe estar atenta a todo sin mirar nada con detenimiento”. Y es en ese comienzo donde se plantean también las ideas que se irán desarrollando a través del resto del texto. Es ahí donde se replantean a Walter Benjamin y su ensayo La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica porque lo que en aquel momento se limitaba a la fotografía ahora es el día a día del mundo digital.
Y en torno a ese planteamiento de cómo afecta la digitalización masiva al arte minoritario, a la exclusividad, a los artistas y a los propios “consumidores” giran las piezas de este libro. Entre las que se encuentran relatos actuales cargados de herramientas, acciones y emociones propias del hoy (destaca por ejemplo la presencia de la soledad y el cansancio en los textos más literarios), ensayos narrados desde premisas cercanas o entrevistas a quienes crean. Todo ello cargado de referencias, a clásicos y contemporáneos. Es por tanto un texto igual de accesible para quien persigue recuperar conocimientos olvidados o relacionar con la actualidad algunas premisas sobre el arte que ya tenga en su cabeza, como para quien se acerca por primera vez a este planteamiento.
Los autores que trasladan su maestría y sus emociones en este libro son: Paula Ducay, Myriam Rodríguez del Real, Javier Correa Román, Javier Calderón, Paula Melchor, Marta Martínez, Alba Mezcua, Marcin Bartosiak, Julia Isasti, Mara Sannia, Pepe Tesoro y Pablo Caldera.
No soy yo, por muchas perspectivas que haya adquirido tras esta lectura, quien deba resumiros cada relato, cada ensayo o cada poema. Porque la forma en la que sus autores trasladan lo que buscan plantear es incomparable y, para descubrirlo, tenéis que abrir las páginas de El arte en la era digital.
