Los seguidores de la gastronomía y la coctelería mexicana tienen decenas de opciones interesantes en Madrid, desde pequeñas taquerías de barrio a restaurantes fusión pasando por grandes cadenas y apuestas modernas. Entre todas estas opciones están los restaurantes Gracias Padre, en esta ocasión nos hemos acercado al Gracias Padre Jungle Club.
Su nombre ya adelanta el ambiente del local marcado por el aspecto selvático lleno de palmeras y luz desde el que acercarse a la gastronomía mexicana en un ambiente distendido con una música también de esencia local y una carta pensada para compartir. Persiguen demostrar así nada más entrar esa esencia salvaje con la que se definen y que buscan traer desde el corazón del Yucatán hasta el centro de Madrid.
La carta de bebidas merece dedicarle un tiempo. Los más cerveceros pueden encontrar en ella todas las etiquetas típicas del país y por supuesto michelada. La de tequilas ofrece más de cinco marcas en sus variables silver, reposado o añejo para cerrar la comida (o empezarla) con ese licor de ágave. Y el apartado de cócteles, destacado en este local que también apuesta en su estética por el modelo coctelería, donde se pueden encontrar mezclas clásicas como el mojito o el piña colada junto a otras más más personales como el charro negro o el mezcalito de fresa. Con un espacio aparte para los margaritas (que también ofrecen como chupito), desde el más clásico a los de sabores pasando por el de mezcal. Y si eres de compartir también la bebida hay opción de jarra.
La carta gastronómica está dividida en tres secciones, entrantes como flautas, huaracaches, tamales o ceviche, entre lo que escogimos uno totopos (caseros) con frijoles, pollo mechado y queso gratinado con pico de gallo. Una sección de tacos en los que se indica de dónde es típico cada uno por ejemplo el Gobernador de Sinaloa, el de barbacoa de cachete de res a la orilla de Chihuahua, o el de carnitas de Michoacan; y donde nos decantamos por los clásicas al pastor de Distrito Federal. Y otro apartado para los tacos donde probamos la gringa.
