La gran verdad de los villancicos
porLos villancicos no deben nunca buscar la emoción o la paz, sino al contrario. Alterar el ambiente en vez de apaciguarlo. Frenesí en vez de delicados bálsamos.
Libertad de expresión y de extensión para todo lo que no se puede explicar en dos párrafos.
Los villancicos no deben nunca buscar la emoción o la paz, sino al contrario. Alterar el ambiente en vez de apaciguarlo. Frenesí en vez de delicados bálsamos.
Las cartas a sus Majestades no sólo mantienen a salvo el género epistolar sino que tienen una poderosa virtud.
Creativo, ecológico y usada durante siglos es la tela para los regalos.
Las benditas y las culpables de que empecemos el año como empezamos, hablando entre gorgoteos.
Plasmar la luz que nos rodea ha sido la prioridad de muchos artistas. Esta luz adquiere otras connotaciones en representaciones como las siguientes.
Aparecen de improviso en la puerta de tu casa. Sus sombras se deslizan por las paredes a toda velocidad. Los atrae el resplandor imposible del árbol de plástico.
Soy esa respiración a escasos centímetros de tu rostro, casi de pie, que parece conocerte. Soy el olor a tiza y maquillaje. Soy teatro. Soy poder.
Charlamos con la fundadora del primer café de gatos de Madrid sobre nuestra relación con estos felinos.
Este explorador urbano se cuela (literalmente) en los lugares abandonados de medio planeta.