Cantar: placer y salud en tiempo difíciles

No hace falta que la ciencia venga a explicarnos la importancia de la música. Sabemos de forma casi innata que la música nos cambia el estado de ánimo, que una buena canción puede hacernos eliminar todos los sentimientos negativos y transmitirnos un cambio de actitud, que escuchando música en directo nos relajamos o nos excitamos. Incluso que soltamos la mala energía y nos cargamos de la nueva cantando en la ducha, o que tarareamos mientras hacemos nuestras tareas diarias si estamos contentos… Pero es que además de muchos de estos beneficios existen otros ligados directamente a la salud y a enfermedades concretas. Ya que un estudio ha concluido que cantar, y en concreto el canto coral, activa el sistema inmunológico en pacientes oncológicos e incluso de quienes les atienden.

No sabemos explicar porqué es más común empezar a aprender, por ejemplo, a tocar un nuevo instrumento, que a cantar. Conocemos, o quizás lo hemos hecho nosotros mismos, a mucha gente que, independientemente de la edad, se lanza a aprender a tocar la guitarra o el piano, pero son muchos menos los comienzan a desarrollar su voz. Pero en realidad trabajar la voz nos puede ayudar en múltiples aspectos, desde ser un apoyo para mejorar problemas vocales a conseguir reconectarnos con nuestro yo interior. Esta última opción, la cantoterapia, la ejecutan desde escuela de canto Voz Viva, desde donde han lanzado su propio método de respiración y voz con el que «puedes reconstruirte y armonizarte a nivel vocal y a nivel interior«.

El estudio que citábamos al principio deja claro que los beneficios del canto son múltiples. En este caso en la investigación, realizada por el Tenovus Cancer Care y el Royal College of Music,  se corrobora que cantar en un coro aunque sólo sea una hora beneficia de forma directa el sistema inmunitario elevando los niveles de proteínas en aquellas personas que están padeciendo cáncer. Incluso rebaja reduce el estrés y mejora el ánimo, convirtiendo así el acto de cantar en un beneficio para la salud en general.

Y es que la cantoterapia es una herramienta al alcance de nuestras manos (y de nuestra garganta) que nos permite, a través de la voz, mejorar y trabajar nuestro crecimiento personal y espiritual. El concepto es sencillo, conocer tu voz y trabajar en ella, siguiéndola desde tu interior con el objetivo de armonizarte, reconstruirte y acerca a tu yo más real. Ese yo que puede que haga tiempo que no encuentras. Y todo ello desde un ambiente distendido y cercano a la música que ya de por sí, aún sin trabajar la voz, siempre genera beneficios en nosotros mismos.

Desde la escuela Voz Viva señalan que la base de este trabajo de cantoterapia radica en el «hara» (el vientre), ya que es ahí donde tu yo más profundo y tu voz más verdadera se encuentran. Desde ese conocimiento es más sencillo conectar contigo mismo, recolocar tu eje y, por supuesto, educar tu voz. Con ello se consiguen útiles objetivos como sentirse más seguro de uno mismo o eliminar el estrés y la ansiedad.

La voz, bien dirigida y trabajada, se convierte así en una potente herramienta para equilibrarnos interiormente. Una herramienta que todos podemos utilizar.