El auge del documental: el formato que triunfa entre la audiencia

‘JEFFREY EPSTEIN: ASQUEROSAMENTE RICO’.
‘JEFFREY EPSTEIN: ASQUEROSAMENTE RICO’.
Las principales plataformas de streaming apuestan cada vez más por los documentales. ¿Por qué nos gusta cada vez más este formato?

Cuando hablamos de producciones audiovisuales, las primeras referencias que se nos vienen a la cabeza son películas, series o videoclips musicales. Sin embargo, en los últimos años hay un viejo formato que desde que surgió en 1922 ha experimentado una evolución temática y técnica impresionante: el documental.

Este género, relegado durante años a las tardes de siesta y las clases de historia en el instituto, ha resurgido como la nueva apuesta de las principales productoras y plataformas de streaming, uniéndose a las listas de los contenidos audiovisuales más consumidos. Y es que solo hace falta ver algunas cifras: en 2019, la serie documental Nuestro Planeta, producción original de Netflix nominada a los premios Emmy, logró reunir frente a la pantalla a más de 33 millones de personas en las cuatro semanas posteriores a su estreno.

Existen muchos ejemplos emblemáticos de documentales que han logrado triunfar en lo que llevamos de siglo, como Bowling for Columbine (2002), donde se investigan los hechos acontecidos durante un tiroteo en un instituto estadounidense y se indaga en la polémica sobre el uso de armas en el país. Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando el número de producciones y de espectadores ha aumentado exponencialmente, acompañado de una diversificación de temáticas y formas.

Documentales sobre celebrities

Una de las temáticas y géneros que mayor tirada tiene en el siglo de la cultura pop es el mundo de las celebridades. Las producciones que siguen la vida de cantantes, artistas, deportistas y músicos no paran de crecer. Chiara Ferragni, Lady Gaga, Taylor Swift, Demi Lovato o Martin Garrix son solo algunos de los cientos de artistas que han decidido compartir su historia y evolución en este formato. De esta forma, sus seguidores tienen condensadas en apenas unas horas la trayectoria personal y profesional de sus artistas favoritos, con intervenciones y entrevistas de su círculo cercano, lo que permite acercar la celebridad a sus fans de una manera íntima, casi personal.

Pero no solo eso, sino que la flexibilidad del formato permite que crear distintas variantes de estos documentales sobre personajes célebres: podemos seguir a Amaia en la producción de su gira en Una vuelta al sol (2020), conocer los entresijos de lo que le sucedió a la princesa Diana en Diana: in her own words (2017) o explorar una obra concreta, como sucede en El Bosco. El jardín de los sueños (2016), en la que pensadores, críticos e historiadores dialogan sobre esta maravillosa obra.

El crimen: el morbo como elemento seductor

Las situaciones más duras y privadas de los grandes artistas de nuestra historia no son el único elemento atrayente que permite explorar el formato documental, sino que también han experimentado un gran auge los documentales sobre asesinatos y crímenes. Este tipo de contenido lidera durante las semanas posteriores a su estreno los top diez de las plataformas de streaming más populares. Solo hay que ver el éxito de la docuserie Misterios sin resolver (2020), el impacto social que tuvo Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico (2020), convirtiéndose en Trending Topic pocas horas después de su estreno; o la cantidad de ampollas que levantó El Caso Alcàsser (2020), que sigue uno de los casos que más ha conmocionado a la población española.

El éxito del género radica en la calidad de la información que proporcionan estas producciones, accediendo a entrevistas, documentos, grabaciones y archivos que permiten al espectador sumergirse completamente en el pequeño universo que rodea a la historia.

En definitiva, el documental ha sabido adoptar las novedades técnicas que la evolución tecnológica ha aportado a las producciones audiovisuales, creando contenidos de enorme calidad. Uniendo este factor a unas temáticas interesantes y adaptadas a las exigencias de la audiencia, los documentales son cada vez más valorados, tanto por el espectador como por los profesionales del sector.