Smint, la primera víctima del Ministerio del Beso

kiss-abnormalbeauty-portada
Justo ahora que estrenamos primavera aparece una 'institución' para ahogarnos la fiesta...

Lo que nos faltaba. Justo ahora que estrenamos primavera y que la Semana Santa nos espera a la vuelta de la esquina para disfrutar de nuestra gente y hacer lo que nos venga en gana, aparece – de nadie sabe dónde – un críptico e inoportuno Ministerio del Beso que amenaza con cortarnos el rollo un montón.

La primera víctima conocida de esta repentina institución ha sido la fan page en Facebook de Smint que esta mañana aparecía con varias de sus publicaciones censuradas y, según el Ministerio, “canceladas temporalmente” mientras que la “página está siendo auditada”. Inaudito nos parece a nosotros que en pleno siglo XXI vengan ahora a decirnos cómo y cuándo podemos dar nuestros selectos y codiciados besos, y entendemos que en Smint, la única marca a la que permitimos que condicione a quién se los regalamos (ya se sabe que “sin Smint…”) se sientan defraudados y agredidos por las medidas cautelares del nuevo ministerio.

Por fortuna, y según informan desde Smint, no está tan claro que este órgano de gobierno sea un ente real o, por lo menos, que compute como autoridad. Que se sepa, en España – sí, ese país donde la española, cuando besa, besa de verdad – no existe un Ministerio del Beso, aunque actualmente este disponga de una página web e incluso de un ministro en funciones, Javier Sánchez González. Sea como sea, no podemos dejar pasar el hecho de que, por primera vez en nuestro país, una campaña publicitaria ha sido cancelada por este organismo.

Qué pasará ahora con Smint nadie lo sabe. Tras intervenir su página web y sus perfiles en redes sociales, fuentes cercanas a la marca confían en que todo lo ocurrido “sea algún tipo de fake, aunque por el momento nadie ha confirmado ni desmentido nada.

Aquellos interesados en conocer mejor la naturaleza del recientemente constituido Ministerio del Beso, pueden hacerlo a través de su web y su página en Facebook o seguir sus controvertidas actividades en su cuenta de Twitter. Y, si alguno queda atrapado en sus redes por razones que ahora mismo se nos escapen, puede incluso acreditarse como agregado cultural/vigilante de besos y contribuir a la causa certificando la calidad y la responsabilidad de estos.

Foto (cc): abnormalbeauty

Post patrocinado