Seis veces en las que hemos querido volver a la adolescencia

Filmes para ver estas navidades con los - ya no tan pequeños - de la casa.

La adolescencia es esa época de luces y sombras plagada de acné, primeros amores y escenas de taquillas y carpetas forradas con nuestros ídolos. El cine en ocasiones consigue trasladarnos de vuelta al instituto, a las clases interminables, a las primeras veces… y también podemos mirar más allá, para ver que puede ser una etapa tan enriquecedora que asusta. La gran pantalla ha conseguido con más o menos éxito contar historias que emocionan y tienen a adolescentes como protagonistas; ya sean enfermos, enamorados hasta las trancas, metidos en asuntos turbios de drogas, sufriendo bullying o intentando cumplir el sueño de su vida dejando todo atrás. Para saber si reflejan mejor o peor esa época, habrá que preguntarles a los propios chavales.  Aquí hemos hecho una lista de filmes en los que los protagonistas nos han hecho querer volver a los dieciséis:

Yo, él y Raquel

Con Alfonso Gomez-Rejon al frente y una paleta de colores digna de Wes Anderson pero que lleva a cargo el director de fotografía coreano Chung-hoon Chung, esta historia es la de una chica moribunda y dos amigos que reinventan películas clásicas de las que sentirían envidia muchos realizadores. Planos cenitales, pelucas rosas y una historia sencilla pero llena de momentos mágicos en las que el público adolescente y más adulto encontrarán un nexo de unión y en la que se tratan temas que no se ven a menudo en este tipo de filmes.

Las ventajas de ser un marginado

Este filme nace de la novela homónima de Stephen Chbosky, autor que después sería el encargado de adaptar el guión al cine y dirigir la cinta. En ella vemos cómo un chico tímido escribe cartas a una persona sin identificar en la que va contando lo que le preocupa: la amistad, la familia, las primeras citas, el sexo o las drogas. A la misma vez intenta encajar en un grupo de personas entre las que encuentra a algo más que una amiga. Un filme al estilo de series juveniles como la británica Skins. Emma Watson encabeza el reparto de este filme coral con banda sonora impecable.

La familia Bélier

Esta producción francesa a cargo de Eric Lartigau cumple todos los requisitos de la comedia del país vecino, pero la historia es bastante peculiar. En una familia de sordos que se dedican a la ganadería, la única que puede oír es la hija del matrimonio, Paula, quien se encarga de hacer de intérprete y, además, descubre que quiere ser cantante. Un filme sobre retos personales, la importancia del apoyo familiar y el hecho de creer en uno mismo.

Rumores y mentiras

Emma Stone, la pelirroja por antonomasia de Hollywood hizo en una de sus primeras películas de perfecta adolescente desastre. El film está inspirado en La letra escarlata, novela de Nathaniel Hawthorne, pero en versión instituto. Will Gluck consigue dar credibilidad y risas a una falsa historia de promiscuidad hará de Stone la más popular entre minifaldas, wayfarer y mucho humor

Brick

Un joven Joseph Gordon-Levitt se abría paso en el cine no comercial con esta historia de drogas y chicos malos en la que vemos que en el instituto todo depende del prisma con el que se mire. Un filme que reúne una problemática que recuerda a películas de los ochenta y que fue ovacionada en Sundance allá por 2005. Mafia de instituto y una historia más que enrevesado conforman una historia de cine negro original que no deja indiferente a nadie.

Restless

Gus Van Sant siempre ha sabido retratar a la perfección la época de las hormonas disparadas y la sonrisas a montones, mientras alguien atormentado te complica la vida hasta las trancas. Este podría ser el resume del filme, y aunque no es uno de los más interesantes del director, esta cinta sale de la crudeza adolescente de Elephant para retratar el amor. El argumento puede recordar a la primera de la lista pero distan mucho una de otra aunque intenten tratar un tema similar. Con Mia Wasikowska como protagonista, la cinta busca el recuerdo del primer amor para hacer un retrato perfecto de las pasiones y los anhelos de los más jóvenes.

Foto: Me and Earl and the dying girl.